enero julio 2023
Vol. 7, No. 14, 111-122
https://doi.org/10.53877/rc.7.14.2023010110
Revista multidisciplinaria
e-ISSN: 2602-8247
www.retosdelacienciaec.com
CIBERACOSO: UNA PROBLEMÁTICA EMERGENTE EN EL
CONTEXTO ESCOLAR. ESTUDIO MUESTRAL EN
OCTAVOS BÁSICOS
CYBERBULLYING: AN EMERGING PROBLEM IN THE
SCHOOL CONTEXT. SAMPLE STUDY IN EIGHTH GRADE
Gonzalo Ricardo Aguayo Cisternas
1
Carmen Claudia Acuña Zúñiga
2
Ana María Arias Díaz
3
Fernanda Belén Vega Jara
4
Bárbara Belén Peña Herrera
5
Cindy Alexandra Valdebenito Berrera
6
Recibido: 2022-09-01 / Revisado: 2022-10-05 / Aceptado: 2022-11-05 / Publicado: 2023-01-01
RESUMEN
La presente investigación, de enfoque cuantitativo, tuvo como objetivo analizar la
problemática del ciberacoso en estudiantes de octavo año básico de dos establecimientos
educativos de la comuna de Los Ángeles de la provincia del Biobío, de los cuales uno se
ubica en el sector urbano y otro en el rural, este último, específicamente, en el sector de Santa
Fe. Para analizar esta problemática, se realizó una encuesta de la cual se obtuvo la
perspectiva y familiarización de los y las estudiantes con el tema investigado. Por otro lado,
se analizaron conceptos, características y los efectos de las distintas modalidades que puede
adoptar esta nueva forma de agresión virtual. Los resultados obtenidos determinaron el efecto
que provoca este fenómeno en los educandos, la influencia que tienen las redes sociales en
los tipos de relaciones humanas y la identificación de los protocolos que proponen los
1
Doctor en Filología Hispánica. Profesor de la Universidad de Concepción del departamento de Didáctica,
Currículum y Evaluación. Director Magíster en Didáctica para el Trabajo Metodológico de Aula. Universidad de
Concepción, Campus Los Ángeles. Chile. gonzaloaguayo@udec.cl / https://orcid.org/0000-0002-2990-5140
2
Doctora en Ciencias Sociales. Profesora de la Universidad de Concepción del departamento de Teoría, Política
y Fundamentos de la Educación. Delegada Dirección de Equidad de Género y Diversidad. Universidad de
Concepción, Campus Los Ángeles. Chile. carmenclaudiacu@udec.cl / https://orcid.org/0000-0001-6659-3556
3
Magíster por la Universidad de Concepción. Profesora del departamento de Teoría, Política y Fundamentos de
la Educación. Encargada de asignaturas Orientación, Universidad de Concepción, Campus Los Ángeles. Chile.
anamarias@udec.cl / https://orcid.org/0000-0002-0481-9334
4
Egresada de la carrera de Educación General Básica, Universidad de Concepción, Campus Los Ángeles. Chile.
fvega2017@udec.cl / https://orcid.org/0000-0002-1832-1887
5
Egresada de la carrera de Educación General Básica, Universidad de Concepción, Campus Los Ángeles. Chile.
bpena2017@udec.cl / https://orcid.org/0000-0003-0524-9131
6
Egresada de la carrera de Educación General Básica, Universidad de Concepción, Campus Los Ángeles. Chile.
cvaldebenito2017@udec.cl / https://orcid.org/0000-0002-1224-6599
Forma sugerida de citar: Aguayo-Cisternas, G., Acuña-Zúñiga, C., Arias-Díaz, A., Vega-Jara, F., Peña-Herrera, B.
y Valdebenito-Berrera, C. (2023). Ciberacoso: una problemática emergente en el contexto escolar. Estudio
muestral en octavos básicos. Revista Científica Retos de la Ciencia. 7(14). 111-122
https://doi.org/10.53877/rc.7.14.2023010110
Ciberacoso: una problemática emergente en el contexto escolar. Estudio muestral en octavos básicos
Revista Científica Retos de la Ciencia. 7(14), pp. 111-122.
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establecimientos para enfrentar esta situación. Asimismo, el porcentaje de ciberacoso
detectado en el estudio varía respecto del que se observa a nivel nacional que indican las
estadísticas. Finalmente, se advirtió que no existen diferencias significativas entre los
resultados de los establecimientos en cuanto a ciberacoso, de acuerdo con sus
características idiosincráticas, asunto que demuestra que este es un problema transversal.
Palabras clave: educación, ciberacoso, redes sociales, TIC, políticas preventivas.
ABSTRACT
This is a quantitative research whose purpose is to analyze the problem of cyberbullying in
eighth grade students of two educational establishments in the commune of Los Angeles in
the province of Biobío, one of which is located in the urban sector and the other in the rural
sector, the latter, specifically, in the Santa Fe sector. In order to analyze this problem, a survey
will be conducted to obtain the students' perspective and familiarization with the topic to be
investigated. On the other hand, concepts, characteristics and effects of the different
modalities that this new form of virtual aggression can adopt will be analyzed. In this way, the
effect of this phenomenon on students will be determined, as well as the influence of social
networks on the types of human relationships and the protocols proposed by the
establishments to face this situation will be identified. Similarly, the percentage of
cyberbullying detected in this study varies with respect to that observed nationwide, which is
indicated by the statistics. Likewise, the possible existing differences between the
establishments in the indicated subject, according to their idiosyncratic characteristics.
Keywords: education, cyberbullying, social networks, ICT, preventive policies.
INTRODUCCIÓN
La entrada masiva de la tecnología en la vida de los seres humanos prácticamente en la
totalidad de las actividades que realiza en la actualidad no excluye al ámbito educativo. La
informática y las telecomunicaciones se han ido incorporando en el aula cada vez con mayor
intensidad en las últimas décadas, lo que permite un acceso rápido a contenidos textuales y
audiovisuales, que complementan la tarea docente. Las denominadas TIC tienen infinitas
posibilidades y ventajas a través de recursos y plataformas que pueden facilitar la llegada al
conocimiento y su posterior adquisición. Pero, por contrapartida, también da lugar y espacio
para un uso inadecuado de estas por el acceso universal a la red. Los daños infringidos a
través de textos, mensajes o signos maliciosos e injuriosos, que implican un tipo de acoso a
través de publicación de fotos para provocar sorna y menoscabo -hacia pares, docentes o
autoridades-, o incluso donde se promueven y publicitan acciones violentas, han ido en
aumento en el mundo, de acuerdo con los señalado por estudios de diversos autores como
Aboujaoude et al (2015) o Cortés, (2020a) (2020b). Dicho fenómeno responde a la
denominación de ciberacoso, definido por la UNICEF (2021) como la intimidación por medio
de las tecnologías digitales. Esta acción puede ocurrir por medio de redes sociales,
plataformas de mensajería, plataformas de juegos y/o teléfonos móviles, como lo demuestran
estudios como los de Hernández y Solano (2007), Moral (2013), Cerezo et al (2016) y en
Chile Menay-López y De la Fuente (2014). La pandemia del Covid-19, que comenzó el 2020,
implicó una dependencia absoluta de la tecnología cuando el proceso educativo se volcó a la
virtualidad. Dicha política adoptada por el Ministerio de Educación (2021), en consonancia
con las medidas que se tomaron en todo el orbe, tuvo como objetivo el resguardo de la salud
de la población educativa, focalizando el proceso de enseñanza aprendizaje mediante
contenidos y objetivos priorizados transmitidos a través de plataformas en línea que simularon
reuniones colectivas, de manera de dar continuidad a los procesos lectivos en un año escolar
normal. Pero no solo el sistema educativo se volcó a la virtualidad, sino todo tipo de relaciones
sociales, lo cual, de una u otra forma, implicó consecuencias en este ámbito, muchas de ellas
negativas y perniciosas.
El siguiente trabajo, que se enmarca en lo descrito anteriormente, abordará la
problemática provocada por el fenómeno conocido como ciberacoso en el sistema educativo,
Gonzalo Aguayo / Carmen Acuña / Ana Arias / Fernanda Vega / Bárbara Peña / Cindy Valdebenito
Fundación Internacional para la Educación, la Ciencia y la Tecnología -FIECYT-
113
específicamente, en el segundo ciclo en algunos establecimientos escolares de la ciudad de
Los Ángeles, región del Biobío, Chile.
En primer término, según un estudio reciente del Ministerio de Desarrollo Social y
Familia (2021), cabe destacar los alarmantes datos que indican que el uso de internet en
niños/as y jóvenes comienza a manifestarse a edades cada vez más tempranas, a causa de
que estos segmentos sociales se hacen propietarios de aparatos tecnológicos a corta edad.
Se determinó que, en hogares con niños y adolescentes menores de 17 años, el 67% tiene
algún dispositivo propio, es decir, el 35% de niños menores de 7 años tienen objetos
tecnológicos, destacándose en este caso el Tablet con un 22%. Asimismo, el 55% de niños
entre 8 a 13 años son propietarios de teléfonos celulares con internet, mientras que en los
adolescentes entre 14 a 17 años, esta cifra aumenta a un 89%.
Del mismo modo, esa misma entidad gubernamental publicó que el 8% de los padres
tiene un hijo o hija menor de 18 años que ha experimentado ciberacoso, y el 31% de ellos
declara conocer algún niño, niña o joven que lo ha sufrido (2021). Dicha problemática tiene
mayoritariamente lugar en redes sociales a partir del uso del teléfono celular, siendo
principalmente compañeros/as quienes lo ejercen. Desde el ámbito legal, las denuncias por
ciberacoso han experimentado una importante alza del 64% desde el 2017 al 2018, es decir,
de 104 denuncias en el periodo enero-julio de 2017 a 170 denuncias en el mismo semestre
del año 2018, (Centro de estudios Ministerio de Educación, 2018). A partir de ese año,
considerando la pandemia, el número ha ido en aumento.
Arias, Buendía y Fernández (2018), indican, según su estudio, que los victimarios en
su mayoría son hombres: el 9% en colegios municipales, el 11,9% en colegios particulares
subvencionados y el 9,6% en colegios particulares pagados. En contraste, las mujeres que
reconocen haberlo realizado esta acción corresponde al 4,2% en colegios municipales; el
2,4% en colegios particulares subvencionados y el 2,6% en colegios particulares pagados.
Según los autores, el engaño realizado a través de la red es de un 12,6% en colegios
municipales; 8,2% en colegios particulares subvencionados y un 8,4% en colegios
particulares privados. Al considerar el género de los estudiantes, se observa el denominado
acoso sexual por medios digitales o grooming -fenómeno analizado por Hütt (2012), Molina
del Peral y Vecina (2105) y Resett (2021)-, específicamente en hombres, destacando el
20,4% en colegios municipales; el 19,9% en colegios particulares subvencionados y el 16,9%
colegios particulares privados. Destaca que las mujeres realizan menos ciberacoso según
administración escolar con 4,2% en colegio municipales; 2,4% colegios particulares
subvencionados y 2,6% colegios particulares pagados.
La Superintendencia de Educación (2020) destaca que en dicho año ingresaron 279
denuncias de maltrato físico y psicológico entre estudiantes; 72 de ellas tuvieron relación con
ciberacoso, lo que equivale a un 25,8%. A diferencia del año 2019, en que un 13,6% que
corresponde a las denuncias de maltrato entre estudiantes 3.106 estaban relacionadas con
este tema, es decir, si en 2019, se establece que 14 de cada 100 denuncias de maltrato entre
estudiantes correspondían a este fenómeno; en 2020 este número aumentó a 26 de cada
100.
Se estima que el aumento del uso de internet en el país durante la pandemia ha sido
de entre un 180 y un 200%, e incluye el teletrabajo, clases online y redes sociales. Según la
Superintendencia de Educación, en el año 2020 las denuncias de maltrato entre estudiantes
disminuyeron con respecto a 2019, las de ciberacoso aumentaron su proporción. Si en 2019
hubo 421 denuncias que representaban el 13,6% del total, en 2020 las 72 denuncias
representaron un 25,8% de las relacionadas a maltrato físico y psicológico entre alumnos.
7
Por su parte, el Ministerio Secretaría General de Gobierno (2021) dio a conocer la
campaña denominada “Corta la Cadena”, orientada a crear conciencia del ciberacoso en
jóvenes de entre 15 a 29 años. En esta propuesta, que tiene datos frescos relativos al tema,
se señala que un 49% de los participantes de una encuesta reconocen haber sido acosados
virtualmente al menos una vez en los últimos tres meses. De ellos, un 88% declaró haber sido
amenazado por internet o redes sociales al menos una vez dentro del mismo periodo de
tiempo; además, un 18% declara haber cometido acoso los últimos tres meses una vez o en
Ciberacoso: una problemática emergente en el contexto escolar. Estudio muestral en octavos básicos
Revista Científica Retos de la Ciencia. 7(14), pp. 111-122.
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más ocasiones. De ellos, el 73% de esa estadística corresponde a hombres. Por último, la
Superintendencia de Educación (2021) advierte que, en Chile, durante el año 2020 se
ingresaron 279 denuncias, de las cuales el 25,8% pertenecen a acoso en el ciberespacio.
Debido a estos datos, y al panorama que revela, surg la necesidad de observar este
problema emergente en algunas comunidades educativas, que arrojaran datos respecto del
estado de la ciberconvivencia.
De acuerdo con lo anterior, y específicamente en relación con los contextos escolares,
es necesario indicar que la Superintendencia de Educación establece en la circular N.º 482
que en Chile todos los establecimientos educativos tienen la obligación legal de diseñar e
implementar estrategias y protocolos para prevenir, intervenir o identificar cualquier tipo de
acoso, incluidos aquellos producidos por medios tecnológicos. Por ello, deben ser
considerados en los reglamentos internos del establecimiento. Se trata, entonces, de la
elaboración de un cuerpo normativo elaborado por los miembros de la comunidad
institucional, de acuerdo con los valores expresados en el proyecto educativo que orienta a
cada una de las organizaciones; todo ello también en relación con los contenidos mínimos
que debe incorporar (Superintendencia de Educación, 2018). De acuerdo con ello, cada
organización debe velar por incorporar en ese marco reglamentario un programa de acción
en donde se deba trabajar en forma simultánea con la parte afectada como con la persona
que ocasiona el acoso virtual, logrando una intervención efectiva.
Como argumentan Ortiz, Rostan, Serrat y Sidera (2019), dentro de las acciones más
recurrentes por parte de los docentes para prevenir el ciberacoso son las que tienen por
objetivo sensibilizar las consecuencias y daños de este tipo de acoso, alentar a los y las
estudiantes a notificar estas situaciones, además de aplicar programas y protocolos
adecuados para guiar a los docentes y a las familias. Este último asunto sigue siendo una
materia pendiente que atender.
En Chile, existen programas institucionalizados que intervienen en diversos
establecimientos educacionales mediante metodologías concretas y campañas
comunicacionales, talleres y capacitaciones con expertos cuyo propósito es dar a conocer y
prevenir el acoso escolar y, específicamente, el ciberacoso. El Sistema Nacional de
Aseguramiento de la Calidad cuenta con un marco legal. La Ley N.º 20.536 en su Artículo
16b sobre Violencia Escolar precisa y condena:
Toda acción u omisión constitutiva de agresión u hostigamiento reiterado, realizada
fuera o dentro del establecimiento educacional por estudiantes que, en forma
individual o colectiva, atenten en contra de otro estudiante, valiéndose para ello de
una situación de superioridad o de indefensión del estudiante afectado, que provoque
en este último, maltrato, humillación o fundado temor de verse expuesto a un mal de
carácter grave, ya sea por medios tecnológicos o cualquier otro medio, tomando en
cuenta su edad y condición. (Mineduc, 2011)
De acuerdo con lo anterior, es posible destacar la relevancia del estudio siguiente,
pues en la educación del signo XXI, signada por la irrupción tecnológica en la vida humana
descrita anteriormente, cobra cada vez más importancia el clima de aula y las relaciones
interpersonales, sobre todo las que se establecen a partir de la tecnología. Allí, cada docente
tiene responsabilidades e influencias sobre cada estudiante, sobre todo desde edades
tempranas, relativas al uso y abuso de las plataformas tecnológicas y redes sociales, rol que
debiese ser compartido con cada grupo familiar, asunto que no siempre se asume con la
seriedad que este tipo de situaciones requiere. El aumento del ciberacoso remarca la urgencia
en la prevención y la educación en este tema que cobra interés por la incidencia que este
fenómeno tiene en el comportamiento humano, pues hay quienes son capaces de provocar
acciones lesivas en la psiquis de quienes lo sufren, padecimiento que se amplifica por el radio
de difusión que estos medios tecnológicos poseen. Se espera, además, que este estudio sea
un aporte en las investigaciones sobre acoso escolar, a partir del instrumento diseñado y
actualizado para entender esta problemática acuciante.
Así, el objeto de estudio desarrollado correspond al ciberacoso en estudiantes de
octavo básico de dos establecimientos de la provincia del Biobío.
Gonzalo Aguayo / Carmen Acuña / Ana Arias / Fernanda Vega / Bárbara Peña / Cindy Valdebenito
Fundación Internacional para la Educación, la Ciencia y la Tecnología -FIECYT-
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Luego, a partir de ello, surg la siguiente pregunta de investigación ¿El grado de acceso a
internet y el uso de las redes sociales influyen en la problemática del ciberacoso, y si así
fuere, la comunidad educativa tiene conocimiento sobre los protocolos impuestos por el
establecimiento para estos casos?
De esta forma, el objetivo general que se propuso para el trabajo fue Analizar la
problemática ocasionada por el ciberacoso en estudiantes de octavo año básico en dos
establecimientos de la comuna de Los Ángeles.
MÉTODOS Y MATERIALES
Para responder a los objetivos planteados en esta investigación, se trabajó con un enfoque
cuantitativo de alcance descriptivo, de corte transversal (Hernández et al, 2014). La
investigación se efectuó en el segundo semestre 2021 en dos establecimientos de la comuna
de Los Ángeles, provincia de Biobío, región de Biobío, Chile. Se trata de un colegio de
dependencia municipal y otro establecimiento de tipo particular subvencionado. La unidad de
análisis corresponde a estudiantes de dos cursos de octavo año básico.
Para el levantamiento de los datos, se utilizó una adaptación de la encuesta por
Ortega, Calmaestra y Mora-Merchán (2007), que busca identificar en qué medida el
ciberacoso afecta a los estudiantes en aspectos psicológica, social, físico y académicamente.
El instrumento fue dividido en cuatro dimensiones: En primer término, datos
personales de los estudiantes; en segundo, uso de internet y herramientas tecnológicas;
luego, familiarización de los estudiantes con el ciberacoso, y, finalmente, protocolos del
establecimiento frente a la problemática de este tipo de violencia.
Participantes
El estudio contempló un muestreo no probabilístico. Fueron 53 estudiantes de octavo año
básico que formaban parte de los establecimientos. Cabe señalar, que estas instituciones
fueron centros de prácticas de las investigadoras que aplicaron el instrumento dentro del
primer semestre del año 2021. En el establecimiento municipal, que pertenece al ámbito rural,
las personas participantes fueron 10 estudiantes mujeres y 7 varones. En el establecimiento
particular subvencionado, que está dentro del radio céntrico de la comuna de Los Ángeles,
21 mujeres y 15 varones.
Procedimiento
Previo a la aplicación de la encuesta, el instrumento fue validado ante un Comité de expertos
de la Universidad de Concepción, pues, tal y como se señaló con anterioridad, se trata de
una adaptación al instrumento elaborado por Ortega, Calmaestra y Mora-Merchán (2007).
Posteriormente, se contactó a los directores de los establecimientos educativos con el fin de
solicitar autorización para su correspondiente aplicación. Luego de obtener el permiso por
parte de los equipos directivos de cada uno de los centros escolares participantes en el
estudio, se informó a los docentes responsables de cada uno de los cursos en los distintos
establecimientos. Por consiguiente, se proporcionó una carta de consentimiento informado
para los padres y/o apoderados del alumnado que realizaron la encuesta. Este
consentimiento fue realizado mediante formulario Google. La encuesta fue aplicada mediante
un instrumento online el cual estuvo disponible durante la segunda y tercera semana del mes
de noviembre del año 2021 para ser respondida por los estudiantes de los diferentes
establecimientos partícipes de la investigación.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Resultados
El primer ámbito que se consultó en la encuesta fue el nivel de acceso y uso de redes sociales.
Se incluyen aspectos como el nivel de accesibilidad, la frecuencia de uso de herramientas
Ciberacoso: una problemática emergente en el contexto escolar. Estudio muestral en octavos básicos
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tecnológicas, la accesibilidad a internet, la utilización y frecuencia de uso de redes sociales
por parte de los estudiantes. En este aspecto, el 96,3% del total de los/las estudiantes
manifiesta poseer teléfono móvil.
Con respecto al acceso a internet dentro o fuera del hogar, es mayor el porcentaje de
estudiantes que posee internet en su hogar (98%) que fuera de su casa (75%). La mayoría
(94%) de los encuestados posee un computador, que por lo general está ubicado en un lugar
privado como la pieza/dormitorio (45%) y solo un 4% lo ubica en un lugar más social de la
casa, el living.
Respecto al uso de las redes sociales, el 92% de los/las estudiantes afirma usarlas de
manera asidua. Con mayor frecuencia, tal y como se señala en el Gráfico 1, las plataformas
elegidas son WhatsApp y Tik Tok, luego Instragram y Youtube; por otro lado, las menos
usadas son Twitter y Facebook, asunto que se explica por el rango etario de quienes fueron
consultados, cuyo promedio es de 13,6 años.
Gráfico 1: Frecuencia en la utilización de redes sociales
En relación con la supervisión de adultos sobre el uso de redes sociales, los estudiantes
encuestados manifiestan que solo ocasionalmente un adulto responsable monitorea su uso
de redes sociales (47%), y un 32% afirma que nadie ejerce dicha acción.
El segundo apartado de la encuesta hace referencia a los conflictos en el ciberespacio,
como por ejemplo el rol que cumplen los estudiantes dentro de la problemática de ciberacoso,
el sentimiento que provoca este flagelo y la red social utilizada para realizarlo. Entre los
resultados, según el rol (víctima agresor - observador), tal y como lo indica el Gráfico 2, la
mayoría de los estudiantes manifiesta no haber sido víctima de ciberacoso (91%); en tanto,
el 9% que manifiesta haber sido ctima es mayoritariamente mujeres, provocándoles
principalmente tristeza. Manifiestan que la red social más utilizada para causar el acoso
cibernético es Instagram, WhatsApp y Tik Tok.
Gráfico 2. Porcentaje que declara ser víctima de ciberacoso
0
10
20
30
40
50
Siempre Casi siempre A veces Casi nunca Nunca
9%
91%
Si No
Gonzalo Aguayo / Carmen Acuña / Ana Arias / Fernanda Vega / Bárbara Peña / Cindy Valdebenito
Fundación Internacional para la Educación, la Ciencia y la Tecnología -FIECYT-
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Los estudiantes que reconocen haber estado en el rol de observadores del ciberacoso
corresponden al 55% de la muestra (29 estudiantes), frente a un 45% (24 estudiantes) que
declara no haberlo hecho. Los datos anteriores contrastan en comparación a los que sí han
declarado haber realizado esta acción, que corresponde a un 2%, pues solo un estudiante
reconoce cumplir el rol de agresor, según los datos que arroja el Gráfico 3.
Gráfico 3: Distribución de roles en la dinámica del ciberacoso
Asimismo, el Gráfico 4 arroja que ese porcentaje mayoritario de estudiantes observadores de
ciberacoso considera que las emociones que causa el agresor a la víctima son tristeza,
vergüenza y culpabilidad.
Gráfico 4: Percepción sobre sentimientos de víctimas de ciberacoso
En otro aspecto, en el Gráfico 5 se observa que los estudiantes reconocen que las principales
redes sociales empleadas para realizar ciberacoso son Tik Tok, YouTube, Pinterest,
Snapchat, WhatsApp, e Instagram. Por otro lado, el 54,7% de los estudiantes encuestados
manifiestan que en algún momento de su vida han observado ciberacoso a través de Tik Tok.
0
10
20
30
40
50
60
Víctima Acosador/a Observador/a
Si No
10%
39%
32%
19%
Culpable Triste Avergonzado Enfadado
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Gráfico 5: Red social por la que ha observado ciberacoso
El tercer apartado del instrumento se relaciona con el grado de conocimiento por parte de los
estudiantes de los protocolos implementados por los centros educativos y las acciones que
realizan esas instituciones para enfrentar este tipo de agresión.
Los estudiantes que indican que tienen conocimiento de la existencia de protocolos
para casos de ciberacoso en sus respectivos establecimientos corresponden a un 72% de la
muestra; mientras que, en contraste, un 28% dice no conocer estos protocolos. Por otro lado,
el Gráfico 6, respecto de las acciones implementadas por el establecimiento para la
prevención del ciberacoso, los estudiantes identifican a las charlas con profesionales expertos
en la materia, con un porcentaje que es del 51%, talleres de ciberacoso un 12%-, módulos
implementados dentro de clases de Orientación con un 11%, campañas de prevención con
un 6%. Finalmente, existe un porcentaje de un 1% de la muestra que indica que en su
organización educativa no se realizan actividades de esta índole. Por último, un porcentaje
no mejor de un 19 % señala que desconoce algún tipo de acción en este ámbito.
Gráfico 6: Acciones realizadas por el establecimiento frente al ciberacoso
DISCUSIÓN
El presente estudio muestra, en primer término, un bajo porcentaje de estudiantes que declara
haber sido ctima de ciberacoso (9%) y un alto de quienes no lo han sido (91%), en contraste
con las cifras de otro estudio que señala que hubo un 47% de jóvenes de entre jóvenes entre
25%
21%
26%
16%
3% 7%
2%
Instagram Whattsapp Tik Tok Facebook
Youtube Twiter Snapch
No realizan
1%
Lo desconozco
19%
Módulos dentro de
clases de
orientación
11%
Charlas con
profesionales
(psicologo,
orientador, etc.)
51%
Talleres de
ciberbullying en el
establecimiento
12%
Campañas de
prevención del
establecimiento
6%
Gonzalo Aguayo / Carmen Acuña / Ana Arias / Fernanda Vega / Bárbara Peña / Cindy Valdebenito
Fundación Internacional para la Educación, la Ciencia y la Tecnología -FIECYT-
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15 a 19 años afirma haber sido ctima de violencia digital y un 64% consigna haber sido
testigo de esta práctica (Centro de Estudios en Bienestar y Convivencia Social, 2020). Se
considera que estos resultados, que sorprenden por lo bajo de lo que se declara respecto de
quienes han sufrido este tipo de agresión, develan una disonancia con los resultados del país,
que señalan un sostenido y significativo aumento que ha tenido este fenómeno en el último
tiempo. Esta alza se explica a partir del efecto de la pandemia, que llevó a la virtualidad a
toda la comunidad educativa y complejizó las relaciones sociales que se llevaron a cabo por
esa vía, de acuerdo con los datos estadísticos presentados en la introducción del presente
estudio. Cabe señalar, del mismo modo, que no hubo diferencias entre los dos
establecimientos en lo relativo a la variable de contexto sociocultural de ruralidad de uno de
ellos y urbano del otro.
Por otro lado, los bajos resultados arrojados en esta investigación acerca del
porcentaje de estudiantes que han sufrido este acto se contraponen con los datos
relacionados con la distribución de los roles del ciberacoso, ya que el 98% de los estudiantes
de la muestra indica haber sido observadores. Lo anterior demuestra que existen más casos
de este tipo de agresión que los revelados inicialmente. Además, este comportamiento como
observador permite en toda esta dinámica la persistencia en la conducta de intimidación de
victimario a ctima, según estudios como los de Frisén, Jonsson & Persson (2007) o
Rodríguez De Behrends et al (2018). Puede interpretarse esta información obtenida que el
número dectimas es mayor, y que, tal y como acontece en otros fenómenos de esta índole
-acoso o violencia intrafamiliar, acoso laboral, violencia sexual, entre otras-, existe la
denominada cultura del silencio por sentimiento de culpa de quien es ctima; por tanto, no
se revela al mundo exterior ni se hace la denuncia correspondiente de esta situación.
En el caso de las emociones, en consonancia con el anterior punto, quienes han
observado el ciberacoso declaran, según su percepción, lo que las ctimas pueden sentir,
de acuerdo con la frecuencia de las respuestas que incluían varias opciones. Así, las
señaladas son tristeza (39%), vergüenza (32%), enfado (19%) y culpa (10%). En tanto, el
estudio del Centro de Estudios en Bienestar y Convivencia Social (2020) indica que quienes
lo han sufrido sienten indefensión (18%), enfado (17%), culpa (16%) y tristeza (11%). Es
posible advertir, de acuerdo con estas dos estadísticas, que las emociones percibidas, tanto
por quienes observan o por quienes son víctimas de esta agresión, son equivalentes y
similares tanto a nivel de la muestra del estudio realizado como a nivel nacional o
internacional (Sontag et al, 2011; Schenk et al, 2013 y Brewe & Kerslake, 2015). Dichas
emociones, evidentemente, conllevan repercusiones negativas, muchas veces lacerantes,
para la salud psíquica de quienes son ctimas, tal y como lo mencionan las investigaciones
realizadas por García-Maldonado et al (2012) o Lugones (2017).
Sobre el uso de redes sociales, quienes han observado el ciberacoso indican que las
más utilizadas son Tik Tok, Instagram, por un lado, y WhatsApp y Facebook, por otro.
Respecto de ello, es posible colegir que esto está en consonancia con las redes que utilizan
los estudiantes en la actualidad, de acuerdo con su rango etario. Los jóvenes, cuyo promedio
ronda los 13 años, usan mayoritariamente las primeras; sobre la veintena y treintena, las
segundas. Además, resulta preocupante el monitoreo que los adultos que están a su cargo
realizan en este ámbito. La estadística revela que el porcentaje es relativamente bajo (47%),
pues solo lo hacen de forma ocasional o sencillamente no lo hacen (32%), dejando al libre
albedrío la responsabilidad del uso de estas plataformas a estudiantes que aún no tienen un
criterio formado para ello. De esta manera, estos últimos tienen libre acceso a contenidos
inadecuados o perniciosos que pueden desembocar en conductas dañinas. Sin duda, esta
información que se desprende del presente estudio es una de las materias pendientes que
deben ser atendidas por las comunidades educativas.
Finalmente, respecto del conocimiento de las acciones que tienen los
establecimientos para prevenir y afrontar este tipo de conflicto, los estudiantes de la muestra,
en más de un 80 % indican que en su unidad educativa existen protocolos y estrategias
preventivas que permiten actuar. Esas dos acciones, la prevención y la acción, son prioritarias
en el ámbito del ciberacoso, tal y como lo señalan Luengo (2014) o Zych (2015). Por otro
lado, hay un 20% que desconoce este tipo de iniciativas o que señala que no existen acciones
Ciberacoso: una problemática emergente en el contexto escolar. Estudio muestral en octavos básicos
Revista Científica Retos de la Ciencia. 7(14), pp. 111-122.
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en este sentido. Esto demuestra que, en general, gran parte del estudiantado sabe que en
sus establecimientos existe preocupación por este tipo de violencia, pero este otro porcentaje
no menor no las considera relevantes. En suma, es necesario seguir reforzando las políticas
en torno a este tema acuciante en las instituciones de educación del país por todo el efecto
que tiene en el ámbito de la convivencia escolar (Castro, 2013). Asimismo, el rol del docente
también resulta crucial -como señala Alegría-Rivas (2016) o Briceños (2020)- para prevenir,
identificar riesgos y, en caso de la existencia de este tipo de acoso, comunicarlo a las
instancias respectivas para que actúen en consecuencia, de modo de evitar que escalen
hacia acciones más graves, que incluso pueden alcanzar el suicidio (Fundación Katy
Summer, 2021).
CONCLUSIONES
El acoso cibernético se refiere al maltrato que estudiantes infringen a otras/os por medio de
artefactos tecnológicos y redes sociales. En relación con las emociones producidas por el
ciberacoso, quienes son ctimas experimentan preocupación de lo que piensan sus pares
frente a dicha situación. Se suma a ello, un profundo sentimiento de indefensión al sufrir ese
flagelo. Por su parte, quien afirma ser ciberacosador declara sentirse triste y avergonzado por
estar consciente del daño causado. Del mismo modo, algunos estudiantes que no han
realizado ciberacoso perciben que la emoción que experimenta el victimario es de tristeza,
vergüenza o culpabilidad.
Se percibe, de acuerdo con el estudio realizado, que los estudiantes, en general, están
conscientes de los efectos negativos que conlleva el ciberacoso. Esto representa un asunto
relevante, considerando que es un grupo etario sensible, de acuerdo con su etapa de
desarrollo, cuyas características distinguibles son los cambios de tipo biológicos, psicológicos
y sociales. Cabe señalar que la edad promedio del grupo indicada, 13 años, requiere especial
atención, pues dicha edad se considera un factor de riesgo frente a esta preocupante realidad
que es el foco de la investigación.
El estudio aborda aspectos que son prioritarios en la etapa de formación estudiantil,
de ahí la necesidad de contar con los medios que puedan apoyar la labor docente para
prevenir el ciberacoso, pues, en un porcentaje temporal relevante, el uso de la tecnología y
las redes sociales escapan del espacio propio de la acción educativa. El estudiantado no
necesariamente está preparado para usarlas con responsabilidad. Además, poner el punto
de vista en estas temáticas vuelve situar en perspectiva las múltiples dimensiones que tiene
la labor docente, entre ellas la preocupación por las relaciones interpersonales entre docentes
y estudiantes como entre estudiantes y sus pares. También, debe recalcarse la
responsabilidad de la familia en este punto, como parte fundamental de la triada, si se suma
a la escuela y a cada estudiante, asunto que claramente está al debe, según los datos
recogidos. De esta forma, y sobre todo si se considera que la atención a la diversidad es uno
de los elementos centrales en la educación actual, se hace necesario poner el énfasis en que
esta no siempre se aborda con la suficiente dedicación ni premura, a pesar de los avances
que ha tenido a nivel de conciencia y políticas instauradas en las últimas décadas. De tal
forma, se espera que este estudio sea un aporte en esta materia, pensando en las diferentes
personalidades y realidades que convergen en el aula en nuestro país, tensionadas por las
consecuencias que el encierro de la pandemia provocó en la psicología social y personal, que
incrementó los problemas de convivencia escolar en las comunidades educativas. El
ciberacoso es un problema, y mientras más investigaciones existan para comprenderlo en su
origen y causas, luego, habrá mejores instrumentos y conciencia para evitar que este se
incremente.
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