del debido proceso. La normativa laboral exige que los empleadores y empleados presenten
pruebas contundentes que respaldan sus alegaciones, dado que la carga de la prueba podía
determinar el desenlace del juicio.
Según Berrones y Pachano (2023) “la legislación ecuatoriana, exige al juzga-dor(a),
el resultado de la valoración de la prueba, y manifiesta que se otorga la razón a quien la tenga
dentro del proceso laboral” (p. 321). No obstante, “la vulneración del derecho a la valoración
de la prueba aportada, generalmente se manifiesta por la falta de apreciación del material
probatorio o por la valoración arbitraria y/o irracional” (Gallardo Macas & Cedeño León, 2022),
pero, según Icaza (2023), “los medios probatorios deben ser valorados no en forma exclusiva
o aislada, sino en forma integral o conjunta y razonada” (p. 270)
Existen diferentes tipos de pruebas comúnmente presentadas en juicios laborales por
despido intempestivo [contratos de trabajo, acuerdos firmados, cualquier otra documentación
oficial] que estableciera las condiciones del empleo. Asimismo, correos electrónicos,
mensajes de texto y otros registros digitales que evidenciaran comunicaciones entre el
empleador y el empleado; y documentos de registros la evaluación al rendimiento del
empleado, declaraciones de compañeros de trabajo, supervisores, y otros individuos que
pudieran aportar información relevante, constituyen pruebas. Empero, la celebración del inicio
de una relación laboral [contrato], y los efectos de este como “la estabilidad no es el resultado
de un contrato de trabajo, sino que, constituye una garantía normativa, que emana del
desarrollo de sentencias y jurisprudencia; que de acuerdo el análisis de casos concretos va
otorgando a las personas en situación de vulnerabilidad” (Bermeo-Chávez & Santamaría-
Velasco, 2022).
Según las encuestas, la documentación contractual y la correspondencia electrónica
son las pruebas sustanciales en los juicios por despido intempestivo. Según Moreno (2023),
“este documento podrá ser físico o digital, siempre y cuando sirva de prueba para el hecho
que se discute” (Moreno Dávila, 2023). Para los investigados, estas pruebas proporcionaban
bases sólidas y objetivas para determinar los hechos relevantes del caso. Se destaca la
correspondencia electrónica por su capacidad para registrar cronológicamente las
comunicaciones, para la reconstrucción de hechos y verificación de la veracidad de las
alegaciones.
Los individuos coinciden en la relevancia de la prueba testimonial e instrumental. Dos
de tres, afirman que la prueba testimonial, especialmente, la declaración de compañeros de
trabajo o testigos directos es fundamental para reconstruir los hechos y ofrecer al juez un
panorama claro y veraz de las circunstancias del despido; y una, destaca que la coherencia
y consistencia de los testimonios son claves para su credibilidad. Esto revela la importancia
del contra interrogatorio al validar o refutar los testimonios.
La carga de la prueba inicialmente recae en el trabajador quien debe demostrar el
despido intempestivo. Pero, puede invertirse si el empleador alega causas específicas, como
abandono del trabajo, exigiéndole a él, probar les alegaciones, elevando la complejidad del
proceso. Se destaca la importancia de aplicar la sana crítica, para una valoración justa de las
pruebas y la relevancia de la prueba documental, para confirmar la legalidad y el debido
proceso en el despido.
La utilidad de los peritajes destaca la necesidad de pruebas técnicas y científicas sólidas
y útiles al proceso. La experiencia del perito y la cadena de custodia son clave para su
credibilidad, garantizando evidencia objetiva y relevante. Las sentencias muestran que los
jueces otorgan gran peso a la correspondencia electrónica y documentación contractual.
Correos y mensajes de texto resultaron esenciales para establecer hechos clave, como
notificaciones, advertencias y acuerdos.
En conclusión, la documentación contractual y la correspondencia electrónica son las
pruebas más eficaces en juicios por despido intempestivo debido a su objetividad y precisión
para reflejar la intención y acciones de las partes. Su valor depende de una presentación
adecuada y alineada con los principios de legalidad, pertinencia y coherencia. Por ello,
empleadores y empleados deben mantener un registro detallado de comunicaciones y