Julio - diciembre 2020
Vol. 4, No. 9
ISSN 2602-8247
https://doi.org/10.53877/rc.4.9.20200701.04
http://retosdelacienciaec.com
mcrevistas@gmail.com
INTELIGENCIA SEXUAL EN RELACIÓN CON LA
AUTOESTIMA EN ADULTOS
SEXUAL INTELLIGENCE IN RELATION TO SELF-ESTEEM
IN ADULTS
Estuardo Beethoven Paredes Morales
1
Ruth Stefanía Ñacato Ñato
2
Javier Alexander Salas Sandoval
3
Recibido: 2020-01-05 / Revisado: 2020-04-15 / Aceptado: 2020-05-05 / Publicado: 2020-07-01
RESUMEN
La investigación tiene sus bases en la teoría del aprendizaje social y la
cognición propuesta por Albert Bandura el objetivo principal es; hallar la relación
entre inteligencia sexual y autoestima en personas adultas. La metodología utilizada
fue de enfoque cuantitativo, de tipo no experimental, con un diseño transversal y un
alcance correlacional asociativo; para ello se utilizó una muestra de tipo no
probabilística por conveniencia de 384 personas adultas en la ciudad de Quito,
Ecuador. Para la recolección de datos se recurrió a una encuesta sociodemográfica
diseñada por los investigadores, el Test de inteligencia sexual de Sheree Conrad y
Michael Milburn y la Escala de Autoestima de Rosemberg para adultos. Para la
comprobación de la hipótesis se utilizó la prueba Chi-Cuadrado; cuyo valor p = .000,
razón por la que se rechazó la hipótesis nula (𝐻𝑜), y se afirma que existe relación
entre inteligencia sexual y autoestima. Con el fin de complementar dicha información
se utilizó el coeficiente de correlación V de Cramer cuyo resultado es V = .263 lo
que significa que la relación existente entre las variables es débil. Por lo que se llega
a la conclusión que a pesar de poseer una inteligencia sexual medianamente baja la
auto estima es buena, además que la autoestima es mayormente buena de las
personas de rangos de edades superiores a los 40 años en relación con grupos de
edades más jóvenes.
Palabras clave: inteligencia sexual, autoestima, adultos.
1
Psicólogo Clínico. Terapeuta Familiar. Profesional en Libre Ejercicio. Quito-Ecuador. E-mail:
estuardoparedesmorales@yahoo.es / https://orcid.org/0000-0002-9722-5091
2
Psicóloga Clínica. Profesional en Libre Ejercicio. Quito-Ecuador. E-mail: stefnia3@gmail.com /
https://orcid.org/0000-0002-1055-0108
3
Psicólogo Clínico. Profesional en Libre Ejercicio. Quito-Ecuador. E-mail: damonpsi@outlook.es /
https://orcid.org/0000-0003-4896-4450
Forma sugerida de citar: Paredes-Morales, E. B., Ñacato-Ñato, R. S. y Salas-Sandoval, J. A. (2020). Inteligencia
sexual en relación con la autoestima en adultos. Retos de la Ciencia. 4(9), pp. 37-45.
https://doi.org/10.53877/rc.4.9.20200701.04
www.retosdelaciencia.com
Revista Científica Retos de la Ciencia. 4(9), pp. 37-45
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ABSTRACT
The research is based on the theory of social learning and cognition proposed by
Albert Bandura, the main objective is find the relationship between sexual
intelligence and self-esteem in adults. The methodology used was of a quantitative
approach, of a non-experimental type, with a cross-sectional design and an
associative correlational scope; For this, a non-probabilistic convenience sample of
384 adults in the city of Quito, Ecuador was used. For data collection, a
sociodemographic survey designed by the researchers was used, the Sheree
Conrad and Michael Milburn Sexual Intelligence Test and the Rosemberg Self-
Esteem Scale for adults. To test the hypothesis, the Chi-Square test was used;
whose p-value = .000, which is why the null hypothesis (𝐻𝑜) was rejected, and it is
affirmed that there is a relationship between sexual intelligence and self-esteem. To
complement this information, Cramer's V correlation coefficient was used, the result
of which is V = .263, which means that the relationship between the variables is
weak. Therefore, it is concluded that despite having a moderately low sexual
intelligence, self-esteem is good, besides, that self-esteem is mostly good for people
with age ranges over 40 years regarding age groups older. young boys.
Keywords: sexual intelligence, self-esteem, adults.
INTRODUCCIÓN
Hablar de sexualidad conlleva comprender la complejidad de la naturaleza
humana en la que existen también limitantes relacionados al desconocimiento y la
banalización que están presentes dentro de una sociedad globalizada; considerando
que los niños estadounidenses ocupan de seis a siete horas por día con alguna
forma de medio masivo (Roberts, 2000). Además, que las influencias de los medios
de comunicación de acuerdo con lo que establece (Gerbner et. al., 2002). Acerca
del establecimiento de la agenda, cultivación y aprendizaje social a través de cine,
novelas, música, van generando modelos o estereotipos basados en los estándares
que el entorno contemporáneo pudiese considerar como deseables para el
ciudadano en general, ya sea con respecto a la autoimagen tanto como al
comportamiento sexual. Por esta razón y como objetivo principal se busca
comprender la relación entre inteligencia sexual y autoestima en adultos, de modo
tal que se comprenda dicha problemática a partir de la teoría que se aborda a
continuación.
La base teórica elemental del aprendizaje a través de lo social y la cognición de
Albert Bandura, nos permite explicar el desarrollo de cada una de las variables
abordadas y además de este modo la cientificidad no será tácita sino argumentada,
pues según Bandura (citado en Rivière, ano) el aprendizaje es: “el proceso por el
cual se incorporan las normas sociales, costumbres e ideologías de una
determinada sociedad” para complementar dicha mención, se destaca que… “el
funcionamiento humano se explica teniendo en cuenta tres factores sicos entre
los cuales están: la conducta, los factores personales cognitivos y los
acontecimientos derivados del ambiente (Paredes, 2006, p. 201).
En base a lo mencionado, se infiere que parte del aprendizaje de los seres
humanos ocurre en un entorno social. Además, el aprendizaje social y de la
personalidad se basan en el principio de la “observación- imitación” según Bandura,
lo cual significa que estos procesos van más allá del posicionamiento conductista
Estuardo Paredes / Ruth Ñacato / Javier Salas
Inteligencia sexual en relación con la autoestima en adultos
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que se basaba en refuerzos positivos y negativos, puesto que se comprende que la
imitación de una conducta se puede dar en base a otras circunstancias porque son
en su mayoría aprendidas y no innatas (citado en Paredes, 2006). Por ello es que se
llegó a comprender que el aprendizaje por observación sucede a través de procesos
intermedios entre estímulos y respuestas, entendiéndose a dichos procesos como
cognición.
A mayor detalle, se rescata que la teoría del aprendizaje a través de lo social y
la cognición; expone que el comportamiento se aprende a través de la observación,
por medio de la cual se adquieren conocimientos, reglas, habilidades, estrategias,
creencias y actitudes; por consiguiente, el aprendizaje se da por la asociación de los
símbolos presentes en un ambiente como los estereotipos y comportamientos
propios de una cultura y todo lo que a ella respecta y por lo tanto, es posible deducir
cómo los procesos cognitivos de la persona y el medio interactúan entre para
desarrollar comportamientos y conocimientos, para finalmente entenderse la
construcción de la autoestima según los modelos que traducidos a un contexto
determinado, se presentan como deseables o adecuados dependiendo donde se
encuentre una persona pues se suscita el proceso de imitación u observación del
modelo, refiriéndose a los estándares vigentes en la misma.
Durante este trabajo investigativo se menciona repetidamente a cada una de las
variables abordadas, siendo estas: inteligencia sexual, autoestima y adultez. Por
consiguiente y para comprender de mejor manera cada una de ellas, se ha hecho
necesario elaborar una conceptualización referente a dichos temas.
La Inteligencia sexual que es la primera de las variables, término que fue
descrito en el 2002, por Conrad y Milburn, quienes proponen un medio a través del
cual se obtiene un coeficiente sexual y conocer hasta qué punto una persona está
contenta con su vida sexual, en este sentido se refieren:
La capacidad de aprender a conocerse, valorar, liberarse del miedo y de la
culpa, de ser capaces de informarse y aprender más acerca de la sexualidad, así
como también descubrir que el sexo es mucho mejor cuando hay amor, apertura y
respeto hacia la otra persona.
Por el contrario, existen personas limitadas en este aspecto pues solo pueden
contribuir a su vida y a la de la pareja con relaciones tristes y pobres en toda la
multiplicidad de aspectos positivos mencionados anteriormente y que la sexualidad
conlleva. En consecuencia los estudios sobre Inteligencia Sexual, refieren que las
personas que no han desarrollado este aspecto de acuerdo (Conrad y Milburn,
2002,) corren un mayor riesgo de caer en violencia sexual, sean estos los causantes
o las víctimas, se pueden desencadenar conductas de promiscuidad o la adicción
sexual, mismos que a la vez ocasionan prácticas sexuales riesgosas como las ITS,
embarazos no deseados , incluso pueden llegar a perder el deseo sexual e incluso a
prescindir totalmente de la sexualidad. Por ende, cuando las personas no le dan el
suficiente valor a su sexualidad y no están dispuestas a aprender, perjudican
considerablemente a la pareja, la imponen y condenan a unas carencias que en
realidad se pueden mejorar y multiplicar. Por otra parte, los mismos autores Conrad
y Milburn, refiere que la inteligencia sexual se compone de tres pilares
fundamentales que son: consciencia del Yo sexual secreto, el conocimiento
científico sobre sexualidad y la capacidad de conexión con otras personas. El
primero de dichos pilares guarda relación con la siguiente variable a abordar, la
autoestima pues Conrad y Milburn (2002) consideran que quienes son inteligentes
sexualmente “comprenden su yo sexual secreto, el patrón de los deseos,
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necesidades, preferencias, temores incluso traumas, que guían su conducta
sexual… son capaces de advertir cuando sus deseos sexuales están sustituyendo a
carencias emocionales que no son sexuales” (p. 31).
En este apartado y con la finalidad de posibilitar la mayor comprensión del tema
de manera concreta se analizará el concepto de la segunda variable autoestima.
Etimológicamente la palabra autoestima, se forma por dos conceptos: “del griego
autos, que se refiere a mismo y del latín estimare que significa valoración de la
persona como tal, el aprecio de misma” (Lozano, Larrea, y Martínez 2017).
Posteriormente se encuentra la propuesta de Branden, 2010 sobre autoestima
mencionando que “Es una experiencia intima; y reside en el núcleo de nuestro ser.
Es lo que yo siento y pienso sobre mismo” (p.18). Además, explica que la
autoestima se vive como un; “juicio positivo sobre uno mismo, al haber conseguido
un entramado personal coherente basado en los cuatro elementos básicos del ser
humano: físicos, psicológicos, sociales y culturales. En estas condiciones va
creciendo la propia satisfacción, así como la seguridad ante uno mismo y ante los
demás”. (Branden, 2010, p. 44)
Así mismo se encuentran aportes sobre autoestima realizado por Congost, 2014
quien expresa que; “es una experiencia subjetiva que nos condiciona a la hora de
enfrentarnos con nuestro entorno. Y lo hace porque interfiere directamente en
nuestra relación con las demás personas” (p. 26). Considerando otras propuestas
que aportan a la comprensión y construcción de una definición más puntual;
menciona Lozano, Larrea, y Martínez que: “La autoestima tiene que ver con la
aceptación de mismo, con quererse y aceptarse con sus cualidades, defectos y
limitaciones, con la seguridad y confianza en sí mismo para salir adelante en la vida
y afrontar retos (2017, p. 21).
En este sentido de acuerdo con los distintos autores abstrae que la autoestima
es la percepción evaluativa propia de cada persona además del significado personal
que todo individuo tiene de mismo. Las personas gozan de una forma particular
de ser por la que se identifican, perciben y relacionan en este mundo aquello que
caracteriza a cada individuo y la manera en que otros lo perciben.
La última variable considerada en la investigación respecta al grupo etáreo, la
adultez, con el cual se trabajó, para poder establecer un rango más preciso de edad
se consideró lo propuesto y que se, “Se denomina a la etapa entre los 20 y 65 años,
pero esta definición es arbitraria” (p. 480). Además, también permite comprender la
razón por la cual se consideró a la adultez como variable de estudio, al mencionar
que con el transcurso de los años se experimentan cambios tanto a nivel físico
como psicológico que afectan al desarrollo y la identidad sexual de las personas”
(Papalia, 2012, p. 430).
Por otra parte, esta etapa de la adultez involucra a la intimidad como un
elemento vital, de forma que la sexualidad podría abarcar mayor profundidad y
compromiso en las parejas, hecho que en otros ciclos vitales no se encuentra de
manera muy frecuente como menciona (Paredes, 2006) en la adultez ya se han
madurado los rasgos físicos y se ha afirmado la sexualidad, es decir, que cada
sujeto se identifica y vive su sexualidad de la manera que mejor considere. Ahora a
la medida que la adultez alcanza las distintas áreas o esferas de la vida como se
menciona a priori, y considerando la idea de autoestima de Branden al indicar que
“el modo en que nos sentimos con respecto a nosotros mismos afecta en forma
decisiva todos los aspectos de nuestra experiencia, desde la manera en que
funcionamos en el trabajo, el amor o el sexo” (2010, p. 1), se puede ver influenciado
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en alguna parte de su vida individual o interpersonal. De forma positiva o negativa
según como se positiva esta realidad.
METODOLOGÍA
La metodología que se empleó fue de enfoque cuantitativo, de tipo no
experimental, con un diseño transversal y un alcance correlacional asociativo
(Sampieri, Fernández y Baptista (2014); para ello se obtuvo una muestra de tipo no
probabilística por conveniencia de 384 personas adultas en la ciudad de Quito,
Ecuador. Más adelante se realizó la recolección de datos de manera presencial y
supervisada, a través de los siguientes instrumentos; el primero, una encuesta
sociodemográfica diseñada por los investigadores, la prueba de inteligencia sexual
de Sheree Conrad y Michael Milburn (2002) y la Escala de Autoestima de
Rosemberg (1965) para adultos. Posteriormente para la comprobación de la
hipótesis se utilizó la prueba Chi-Cuadrado; donde se trabajó con una significancia
de 5% y se obtuvo el valor p = .000, razón por la que se rechazó la hipótesis nula
(𝑯𝒐), en consecuencia, se afirma que existe relación entre inteligencia sexual y
autoestima. Con el fin de complementar dicha información se utilizó el coeficiente de
correlación V de Cramer, con un análisis estadístico que corresponde a V = .263
RESULTADOS
Tabla 1:
Inteligencia Sexual
Nivel
Rangos
Frecuencia
Porcentaje
Rango de edad
20-40
41-61
Muy bueno “A”
>/= 90 pts.
73
19,01%
21.77%
5.97%
Aceptable “B”
80 - 89 pts.
57
14,84%
14.83%
14.93%
Media “C”
70 - 79 pts.
85
22,14%
24.29%
11.94%
Bajo “D”
60 69 pts.
57
14,84%
12.30%
26.87%
Muy bajo “E”
< 60 pts.
112
29,17%
26.81%
40.30%
Total
384
100%
100%
100%
Fuente: Instrumentos aplicados
Elaborado por: Los autores
De acuerdo con el análisis de los resultados estadísticos, en inteligencia sexual,
se determina que existe una partición de porcentajes entre un nivel muy bueno a
muy bajo, existiendo saltos categóricos con referencia a los rangos de edad,
constituyendo entre el 28,87% en bajo y el 40, 30% en muy bajo el nivel de
Inteligencia sexual lo que llama la atención en vista que existe un 22,14% de un
grupo de edad de 20-40 años en su inteligencia sexual.
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Tabla 2:
Autoestima
Nivel
Rangos
Frecuencia
Porcentaje
Rango de edad
20-40
41-61
Elevada
30 - 40 pts.
251
65,36%
61.20%
84.07%
Media
26 - 29 pts.
80
20,83%
22.08%
14.93%
Baja
< 25 pts.
53
13.80%
16.72%
0%
Total
384
100%
100%
100%
Fuente: Instrumentos aplicados
Elaborado por: Los autores
De acuerdo con el análisis de los resultados estadísticos, en auto estima, se
determina que el 65,36%, de las personas tienen una auto estima elevado, además
de ser el rango de edad 41-61 años, a los que más puntúan y en esta edad nadie
tiene baja autoestima. Se puede considerar como personas que alcanzaron una
madurez psicológica.
Tabla 3:
Nivel de inteligencia sexual y el nivel de autoestima
AUTOESTIMA
Total,
general
ELEVADA
MEDIA
BAJA
INTELIGENCIA SEXUAL
MUY BUENO
Frecuencia
66
6
1
73
%
17.2%
1.6%
0.3%
19.0%
ACEPTABLE
Frecuencia
38
13
6
57
%
9.9%
3.4%
1.6%
14.8%
MEDIA
Frecuencia
55
9
21
85
%
14.3%
2.3%
5.5%
22.1%
BAJO
Frecuencia
38
10
9
57
%
9.9%
2.6%
2.3%
14.8%
MUY BAJO
Frecuencia
54
42
16
112
%
14.1%
10.9%
4.2%
29.2%
Total, general
Frecuencia
251
80
53
384
%
65.4%
20.8%
13.8%
100%
Fuente: Instrumentos aplicados
Elaborado por: Los autores
De acuerdo con el análisis de los resultados estadísticos, auto estima e
inteligencia sexual se determina que la autoestima es elevada 65.4%, mientras la
inteligencia sexual se mantiene una media entre medio bajo 22.1% y muy bajo
29.2%, esto hace pensar que podemos tener una buena autoestima con un
promedio bajo de inteligencia sexual.
A través de la encuesta sociodemográfica se encontró que la autoestima según
la variable sexo, donde las personas adultas puntuaron autoestima elevada,
Estuardo Paredes / Ruth Ñacato / Javier Salas
Inteligencia sexual en relación con la autoestima en adultos
43
calificando significativamente con porcentajes de 65, 75% para hombres y el 65,13%
para mujeres.
Además con la encuesta sociodemográfica se pudo constatar que los
porcentajes más representativos de aquellas personas que leyeron 3 o más libros
son quienes presentan una elevada autoestima con un 25.50%, mientras que
aquellos que no han leído ningún libro o artículo sobre sexualidad, presentaron un
nivel medio de autoestima con un 41,56%, finalmente todas las personas adultas
que presentan baja autoestima, el mayor porcentaje pertenece a aquellos que no
han leído ningún libro sobre sexualidad con un 39.29%.
DISCUSIÓN
mayor porcentaje pertenece a aquellos que no han leído ningún libro sobre
sexualidad con un 39.29%. Vale traer a colación lo mencionado en la revisión de la
literatura por Para empezar esta sección es menester retomar los datos obtenidos
en base a los resultados de la investigación, donde se puede observar que el
29.17% del total de la muestra de 384 personas adultas, presentan un nivel muy
bajo de inteligencia sexual, estos resultados presenta relación con los resultados de
un estudio realizado por Paredes, et al. (2018) sobre la Inteligencia sexual en
hombres y mujeres ecuatorianos en relación conyugal donde se encontró que la
inteligencia sexual es relativamente baja en el ecuatoriano en general con 72,96 %
de una muestra de 312 personas adultas. Datos que también vale comparar con los
resultados obtenidos en la investigación de Rosero (2017), donde se encontró que
el 75% de la muestra se encuentra entre el nivel medio y muy bajo. El resultado
obtenido puede ser atribuido al desarrollo insuficiente o nulo de uno de los pilares de
la inteligencia sexual que es los conocimientos científicos sobre sexualidad
principalmente, pues permite desmitificar a la sexualidad y ampliar la información
que se tiene respecto a la misma.
Por medio de los resultados también se evidenció que la mayoría de personas
que obtuvieron un nivel de autoestima elevada, también obtuvieron el nivel de
inteligencia sexual muy alto con un porcentaje correspondiente al 17,2%,
reforzándose la conclusión de Herrero,1994, quien menciono que la autoestima
influye directamente en el comportamiento de los individuos e incide en la
promoción del bienestar psicológico, pues la forma en que se evalúa a mismo el
individuo tiene repercusión en todas las áreas del desarrollo social, emocional,
intelectual, conductual y escolar (como se citó en González, Valdés y Serrano,
2003). De manera que se insiste en la importancia de la autoestima en las distintas
esferas del ser humano, en el caso de la presente investigación, en la esfera sexual.
En cuanto a la autoestima, se encontró que el 65, 36% del total de la muestra de
personas adultas presentaron autoestima elevada, en contraste a la investigación:
“La funcionalidad familiar asociada al desempeño sexual, y la autoestima en adultos
varones”, donde la autoestima regular se presentó con mayor frecuencia, con un
porcentaje del 33.9% (Pérez 2014) donde resalta que el entorno familiar influye
sobre el desarrollo del nivel de autoestima.
Además se halló que la autoestima según la variable sexo, los hombres y las
mujeres obtuvieron puntajes similares, sin embargo la diferencia es ligeramente
significativa siendo los hombres quienes presentan un puntaje mayor al de las
mujeres, lo cual se corrobora en la investigación de García (2016) presenta
resultados en la revista: Journal of Personality and Social Psychology, donde explica
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que los hombres tienen mejor opinión de mismos que las mujeres en
prácticamente todas las culturas del mundo y todos los tramos de edad, por lo tanto,
los hombres demuestran mejor autoestima, dato que en la presente investigación se
observa aunque no de manera tan significativa. Cabe recalcar que la presente
investigación tuvo como limitante el poseer una muestra heterogénea, es decir, que
la mayor cantidad de participantes fueron mujeres, razón por la cual sin una
adecuada homologación los resultados posiblemente no reflejarán la información
más precisa.
Finalmente, a través de los resultados en relación al número de libros leídos
sobre temas de sexualidad y cómo esto interviene en la autoestima, con el cual se
realizó parangón por lo mencionado por Conrad y Milburn (2002) “Tener información
incrementa la confianza en nosotros mismos y la autoestima” (p.30). Lo que se pudo
observar en los resultados de la presente investigación fue que aquellas personas
que leyeron 3 o más libros, presentan una autoestima elevada con un 25.50%,
mientras que aquellos que no han leído ningún libro o artículo sobre sexualidad,
presentaron un nivel de autoestima media con un 41,56%, finalmente todas las
personas adultas que presentan autoestima baja, el Branden (2010), respecto a la
autoestima pues “el modo en que nos sentimos con respecto a nosotros mismos
afecta en forma decisiva todos los aspectos de nuestra experiencia”. Se pone en
evidencia y se demuestra que las personas con mayor autoestima están más
dispuestas y se infiere también que posiblemente s motivadas a adquirir
conocimientos.
CONCLUSIONES
A través de la estadística en la investigación se encontró que el valor de p =
.000, en tal virtud se afirma que existe relación entre inteligencia sexual y
autoestima, sin embargo gracias al coeficiente de correlación V de Cramer con el fin
de complementar dicha información, se obtuvo que V = .263 lo que significa que la
relación existente entre inteligencia sexual y autoestima es “débil”, donde la mayor
cantidad de personas que obtuvieron un nivel muy bueno de inteligencia sexual
también obtuvieron un nivel elevado de autoestima, mientras que en los niveles
medio y bajo no existe dicha relación.
Con respecto a los resultados obtenidos con la prueba de inteligencia sexual,
los adultos presentan en su mayoría un nivel de inteligencia sexual muy bajo que
corresponde al valor categórico de E, es decir el 29, 17% de la muestra con
puntajes inferiores a 60 puntos.
En cuanto a los resultados obtenidos de la prueba de autoestima de
Rosemberg, la mayor cantidad de adultos evaluados presentan un nivel de
autoestima elevado referentes al 65,3% que corresponde a puntajes de 30 a 40
puntos. En este sentido la inteligencia sexual al parecer no influye mayormente en la
autoestima, ahora se puede considerar por ser un tema nuevo dentro de la conducta
sexual humana.
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Estuardo Paredes / Ruth Ñacato / Javier Salas
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