Julio diciembre, 2019
Vol. 3, No. 7
ISSN 2602-8247
https://doi.org/10.53877/rc.3.7.20190701.06
http://retosdelacienciaec.com
mcrevistas@gmail.com
APROXIMACION A MECANISMOS DIGITALES EN
AMAZONIA ECUATORIANA PARTIENDO DE MUESTREO
EN LA UNIVERSIDAD ESTATAL AMAZONICA
APPROACH TO DIGITAL MECHANISMS IN THE
ECUADORIAN AMAZON BASED ON SAMPLING AT THE
AMAZONIAN STATE UNIVERSITY
William Ojeda
1
Recibido: 2019-01-10 / Revisado: 2019-03-19 / Aceptado: 2019-04-01 / Publicado: 2019-07-01
RESUMEN
Se reflexiona sobre nuevos mecanismos de consumo y acceso a información
usados por jóvenes, tomando como punto de partida el resultado de estudio
realizado a estudiantes de nivelación, segundo semestre de 2018 de la Universidad
Estatal Amazónica, Ecuador; en el que se observa un claro desplazamiento de los
medios convencionales, mediante nueva instrumentación digital en auge; coyuntura
ésta que plantea nuevos mecanismos, lenguajes y hábitos de consumo informativo.
Se persigue el objetivo de identificar interés de los jóvenes en torno a determinadas
informaciones y los mecanismos mediante los cuales acceden a la misma. El
alcance del estudio es limitado por cuanto se circunscribe a la región amazónica, y
específicamente al grupo de alumnos que ingresaron en el período e institución
señalados líneas antes. En lo metodológico se hace un abordaje bidimensional, por
cuanto se desarrolla un trabajo documental a los fines de valorar los distintos
enfoques teóricos relacionados con reflexiones fundadoras y los aportes más
recientes en materia de comunicación en el marco del proceso globalizador. Así
como también se realiza una fase experimental mediante encuesta por muestreo.
Entre los resultados del análisis se toma nota del redimensionamiento de las
relaciones interpersonales promovido por la era digital de este tiempo, cuando topan
la escena novedosos procedimientos que obligan a resemantizar y resignificar los
conceptos y los mensajes; con un redimensionamiento del espacio público de
1
Doctor en Estudios del Desarrollo. Profesor de la Universidad Estatal Amazónica. Ecuador, E-mail:
williamojeda2012@gmail.com
Forma sugerida de citar: Ojeda, W. (2019). Aproximación a mecanismos digitales en amazonía ecuatoriana
partiendo de muestreo en la Universidad Estatal Amazónica. Retos de la Ciencia, 3(7), 56-73.
https://doi.org/10.53877/rc.3.7.20190701.06
William Ojeda
encuentro en las interrelaciones sociales, donde lo transitorio surge como
característica esencial de una nueva plaza pública de socialización, pero ahora
virtual, a modo de esfera pública de paso que gradualmente se convierte en
escenario cotidiano. Se concluye que existe una inclinación mayoritaria en los
jóvenes que inician los estudios universitarios en Ecuador, específicamente en la
región amazónica, a informarse de los acontecimientos que consideran relevantes a
través de la internet y plataformas digitales, en detrimento de los medios
convencionales de información que han sido paulatinamente desplazados de la
atención.
Palabras clave: comunicación, redes digitales, plaza pública, medios
convencionales.
ABSTRAC
It reflects on new mechanisms of consumption and access to information used
by young people, taking as a starting point the result of the study conducted among
undergraduate students, second semester of 2018 at the Amazonian State
University, Ecuador, which shows a clear shift from conventional media, through new
digital instruments on the rise, a situation that poses new mechanisms, languages
and information consumption habits. The objective is to identify young people's
interest in certain information and the mechanisms through which they access it.
The scope of the study is limited because it is restricted to the Amazon region, and
specifically to the group of students who entered the period and institution indicated
above. The methodological approach is two-dimensional, since a documentary work
is developed in order to evaluate the different theoretical approaches related to
founding reflections and the most recent contributions in the field of communication
within the framework of the globalization process. An experimental phase is also
carried out by means of a sample survey. Among the results of the analysis, note is
taken of the redimensioning of interpersonal relations promoted by the digital era of
this time, when new procedures that force the resemantization and re-signification of
concepts and messages hit the scene; with a redimensioning of the public space of
encounter in social interrelations, where the transitory emerges as an essential
characteristic of a new public square of socialization, but now virtual, as a public
sphere of passage that gradually becomes an ordinary stage. It is concluded that
there is a majority inclination among young people starting university studies in
Ecuador, specifically in the Amazon region, to inform themselves about events they
consider relevant through the Internet and digital platforms, to the detriment of
conventional information media that have been gradually displaced from attention.
KEYWORDS: communication, digital networks, public square, conventional
media.
INTRODUCCIÓN
Cuando se aborda el debate inacabado sobre el fenómeno de la globalización y
su incidencia determinante en el tema de la información, en cuanto a su gestión,
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procesamiento, selección y producción de contenidos, se observa la necesidad
perentoria de, más allá de lo disruptivo de una hibridación comunicativa tan
multifactorial como novedosa, problematizar lo comunicacional en el entendido del
riesgo señalado con insistencia por la comunidad académica de alcanzar a
constituirse, en la práctica de las grandes corporaciones de medios de información y
a través de su interesada representación de la realidad, en un mecanismo de
reproducción de la lógica empresarial y la hegemonía capitalista financiera, al
servicio de una procurada economía global (Chomsky, 2013).
Trabajos como los de Ricaurte (2018) postulan la aparición de conspicuas
dimensiones de dominio a través del rastreo y seguimiento de los gustos, intereses
y pareceres de los usuarios de internet en sus distintas aplicaciones y dispositivos.
Así, identifica un “capitalismo cognitivo” que alude al aprovechamiento con fines
comerciales, incluso políticos e ideológicos, e imposición de una determinada
estética y valoración cultural, de los datos y gustos de los usuarios a través de
diversas plataformas y con precisión de algoritmos, que inaugura lo que el autor
decide en llamar una “economía de la atención”, que busca la orientación y manejo
monopólico de las subjetividades.
Frente al dilema de tales riesgos propios de la escena global, Martín-Barbero
(2014) asume las novedades de las herramientas tecnológicas en una esfera
bidimensional que posibilita tanto el eventual avance de la pretensión hegemónica
por parte de algunas élites que concentran la producción de contenidos, como al
mismo tiempo pondera estas herramientas como eficaces para la emancipación de
la masa poblacional permitiendo la construcción de una contrahegemonía que se
presenta como una suerte de revancha sociocultural, al echar mano la sociedad a
todo su potencial en mediaciones de diverso calibre en el proceso de la
comunicación. En esta perspectiva, hay determinación de reconocer la competencia
comunicativa de los ciudadanos al tiempo de asumir el proceso de construcción
simbólica de lo cultural como un espacio, de suyo, plural.
Otros autores se concentrar en identificar un redimensionamiento de la esfera
comunicacional, en la que se impone un mecanismo audiovisual y denota nuevos
lenguajes, saberes y sensibilidades, dando lugar a un nuevo ecosistema
comunicativo y en la que asumen una especie de reintegración de la imagen en la
producción del conocimiento (Velásquez, Rodríguez y Suing, 2018, 34).
Frente a la situación y trascendiendo la coyuntura, otro tanto apunta Martín
Serrano (1987; 2006; 2011) al fundamentar el componente cargadamente social y
cultural que tiene la comunicación para la especie humana; actividad comunicativa
que necesariamente va más allá de lo instrumental y se ubica en la dimensión de la
producción social con todas las consecuencias que esto implica, por lo que es
obligante para la discusión universitaria impedir que la comunicación se degrade a
mera técnica de control.
Lo cierto es que estamos ante una atmósfera comunicacional que ya no es
aquella escena en exclusivo vertical de grandes corporaciones mediáticas y
entidades de producción de contenido, sino que, para decirlo con Martín Barbero,
asistimos a una modalidad de “convergencia digital” en la que queda superada
William Ojeda
aquella unidireccionalidad, y es a su vez reemplazada por una tupida mopa de
interconecciones nodales en medio de una alta conectividad, sin obviar ciertas
asimetrías como extensión de una realidad social, que replantea así como renueva
todo el modelo comunicacional, configuración propia de la sociedad red castellsiana,
en la que producción y consumo de contenidos sufren una determinada
reconfiguración.
Velásquez, Rodríguez y Suing no observan el tono amenazante del mero riesgo
hegemónico, sino que valoran una mayor posibilidad participativa del tiempo que
transcurre. Se ratifica que estamos frente a nuevos escenarios y nuevos actores
prosumers que participan de la cultura digital, una actitud que describe la producción
colectiva para publicar contenidos, (con lo que) más personas pueden expresarse
públicamente; es decir, permite construir nuevos modos de participación.
En un sentido más restrictivo y colocando en paréntesis las advertencias ante
los peligros hegemónicos asomados, las preguntas tanto central como accesorias
que se plantean en el debate de lo comunicacional, buscan evidenciar los
sustanciales cambios de hábitos en el consumo informativo, sea este de tipo
noticioso o recreacional, lo que da cuenta de una modificación de los procesos en
este ámbito. Así, por ejemplo, en el presente estudio se busca con insistencia
despejar si ¿un determinado grupo poblacional como el explorado mediante la
técnica de encuestas compuesto fundamentalmente por lo que Prensky (2001)
calificó de nativos digitales, se informan sobre las noticias relevantes de la agenda
pública a través de internet o de sus dispositivos móviles, como por ejemplo
celulares de alta gama o smartphones, o por el contrario a través de los llamados
medios convencionales? Y en el caso de hacerlo a través de dispositivos móviles
¿lo hacen por cuentas o plataformas de redes sociales independientes o por las de
los mismos grupos corporativos o grandes cadenas de medios de información?
Nos preguntamos, asimismo, ¿estos chicos encuestados generan, replican o
hacen comentarios en torno a cada noticia que consideran relevante? ¿Participan
en grupos que reflexionan u opinan sobre tales contenidos informativos? O por el
contrario apenas dejan comentarios sueltos en medio de una dimensión de opinión
que resulta tan dinámica como efímera.
Cabría preguntarnos, además, si ¿aparece una nueva dimensión de opinión
pública, en el marco de la globalización vigente? ¿Ha tenido lugar el surgimiento de
nuevos espacios de deliberación? ¿El centro de poder o de control ha cedido
superficie y surge una nueva plaza pública? Tal reflexión puede dar lugar, en el
marco de la discusión académica en apogeo, a una consideración más detallada
sobre un inédito ecosistema comunicativo en el que lo perecedero o fugaz se
presenta como característica esencial de una nueva plaza pública de socialización o
nodos de relaciones efímeras constituida por una especie de esfera pública de paso
(Proaño Zurita, 2017).
El contexto de la presente indagación está enmarcado en los tiempos que
corren, con un rasgo particular que lo caracteriza como lo es una suerte de
movimiento vertiginoso en el hecho social particularizado por la irrupción tecnológica
que, a su vez, y combinada con diversos factores, ha dado lugar a un ambiente
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singular asumido por Ortiz (2004) como un nuevo patrón civilizatorio; en el que
buena parte de la población mundial está accediendo a una escala comunicativa
global que le concede nuevos parámetros y concepciones de lo cultural, lo artístico,
lo estético y con unas posibilidades expandidas como nunca antes en materia de
interrelaciones; por lo que en este marco resulta pertinente la expresión a las
ciencias sociales (y a la comunicación entre ellas) se les modificó el objeto de
estudio.
Tal afirmación se inspira en que asistimos al proceso de transformación más
abarcante de lo vivido por la humanidad. La creación masiva en hallazgos y avances
tecnológicos al cierre del siglo pasado y durante lo que va del presente ha dado
lugar a una tecnocultura, que impone nuevas dinámicas en las interrelaciones
personales, comerciales, laborales en una especie de matriz entrecruzada de
múltiples posibilidades marcadas por la simultaneidad.
Identificamos un proceso que ha generado la aparición de nuevos escenarios y
un variado abanico de dimensiones en los asuntos sociales, desde las referidas
relaciones interpersonales, el comercio, la investigación, la docencia, la industria y
los sistemas de información, entre otros, que a su vez se particularizan por la
posibilidad que ofrece a los usuarios de ser tomados en cuenta, o por lo menos
subirse a la tribuna del debate y emisión de contenidos (las plataformas digitales) e
interactuar y manifestarse ante un público ilimitado que puede apuntar a la máxima
proyección; asunto que permite acicalar la lucha por el reconocimiento que
caracteriza, en términos hegelianos, la existencia humana. Con el libre acceso a
plataformas diversas y numerosas de redes sociales, se puede exponer, ganar
visibilidad, de manera cil y sencilla ante un auditorio indeterminado, con el
potencial de ser global, y así salir del anonimato social impuesto por la estructura
social y comunicacional precedente. Este nuevo paradigma es sustantivo y esencial,
porque diciéndolo en términos de Castells (2012), la revolución tecnológica a la que
aquí se alude, tiene incidencia definitiva en la más humana de las acciones
humanas: la comunicación.
MÉTODO Y MATERIALES
Al pretender aterrizar toda observación, más aún en el campo de las ciencias
sociales, cabe decir que delimitar el objeto de estudio y seleccionar las herramientas
para abordarlo y analizarlo en profundidad, es siempre dilemático y por demás
retador. Representa uno de los momentos cruciales para el cientista, es una tensión
espontánea generada entre el investigador y sus variadas inquietudes sobre aquello
que le despierta curiosidad intelectual y los mecanismos a utilizar para despejar sus
acertijos. A sabiendas que hacerlo con criterio adecuado, es complejo, difícil, pero
necesario por cuanto a la postre resultará profiláctico para la conquista del logro
indagatorio propuesto.
El presente estudio es una investigación que apela al análisis documental,
valorando los distintos enfoques teóricos relacionados con reflexiones fundadoras y
los aportes más recientes en materia de comunicación, pero en referencia al
William Ojeda
proceso globalizador aquí mencionado. También investigación documental en lo
referido a pensar en la comunicación digital y las tecnologías de la información y la
comunicación (TIC) y las repercusiones que, como queda descrito en líneas
anteriores, de forma hipotética aquí se sugieren.
Así mismo se plantea un abordaje experimental, bordeando el terreno de la
bidimensionalidad, la realización de un diagnóstico mediante la técnica de
encuestas para identificar en una población determinada, como lo son un número de
300 individuos cursantes de estudios universitarios (en este caso el curso de
nivelación correspondiente al segundo semestre de 2018 II2018 de la Universidad
Estatal Amazónica de Ecuador), el mecanismo mediante el cual este segmento
poblacional tomado a modo de muestra estadística, accede a la información de
hechos asumidos como relevantes.
La consulta fue realizada del 5 al 9 de noviembre de 2018, en las aulas de clase
de la citada casa de estudios, en su campo central ubicado en Puyo, cabecera
cantonal de la Provincia de Pastaza, mediante cuestionario con batería de 10
preguntas, en el que se buscó precisar el mecanismo, modo o instrumento mediante
el cual los jóvenes que ingresan a la actividad universitaria se informan de asuntos
que consideran relevantes, y luego indagar cuál es su actitud en términos de
proactividad o no, frente a ese contenido; así como su orientación y disposición a la
posibilidad de generar contenido propio. El objetivo principal propuesto a alcanzar
es identificar hábitos (en la citada población) en el uso de herramientas o
mecanismos digitales para informarse, y de ahí hacerse una opinión en cuanto a
eventos concretos de relevancia en el acontecer regional y nacional, así como el
uso de tales mecanismos para consumir noticias, entretenimiento, y demás
mensajes de variado tópico.
Como se podrá notar en los resultados plasmados seguidamente, la población
estudiantil consultada, aunque hace vida escolar en el mismo recinto, no es
exclusiva de Pastaza de donde son poco menos del 40% de los consultados, sino
que éstos vienen de distintas provincias del Ecuador, configurando la mayoría de
ellos (74,2%), un grupo que proviene de las seis provincias de la región amazónica
ecuatoriana.
Se prepararon 350 cuestionarios, pero se validaron de manera efectiva 300 de
ellos, porque los días cuando se realizó la consulta en las respectivas aulas de los
12 cursos paralelos en los que está repartido el grupo que ingresa a la instancia
universitaria amazónica a través del sistema nacional de nivelación (SNN), algunos
estudiantes no asistieron; o se presentaron luego del momento de realización de las
entrevistas; o llenaron de forma incompleta los cuestionarios. De allí que fueron tres
centenas de éstos, los que fueron finalmente validados y procesados para obtener
los resultados plasmados en el estudio.
Se trató de un muestreo aleatorio, sin estratificación proporcional, en el que se
consultó por igual a toda la población estudiantil que ingresando al citado programa
de nivelación en la UEA, asistió a clases los días y horarios del pulso opinático. Por
alcance muestral de la población focalizada, en el estudio descriptivo plasmado en
estas páginas se asume un margen de error muestral o intervalo de confianza (+) (-)
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2%, debido a que la cantidad efectiva de individuos encuestados alcanza a cerca del
78% de la población del referido curso de nivelación.
Vale decir, además, que en el presente trabajo se hace una investigación
exploratoria para comenzar a conocer y puntualizar aspectos de este tema en la
Provincia Pastaza de la República de Ecuador, así como también es una
investigación de característica descriptiva porque permitirá caracterizar una realidad
en curso.
El abordaje del planteamiento metodológico coincide con las consideraciones de
amplitud y flexibilidad que proclama Castellano (1997), en el sentido que lo
metodológico consiste en “… dar coherencia a algunos instrumentos, sin pretender
que los mismos se ciñan a un enfoque analítico determinado… no se trata
necesariamente de escoger un enfoque u otro y de ser consecuentes con él. Si no
más bien de sentirse libres para elegir ideas e instrumentos de cualquier fuente y de
mezclarlos como nos parezca, siempre que seamos coherentes” (p. 47).
RESULTADOS
Especifiquemos a continuación, los resultados concretos obtenidos en la
consulta realizada a la muestra de 300 individuos que ingresaron al curso de
nivelación del segundo semestre de 2018 en la Universidad Estatal Amazónica.
Los datos generales de la población estudiantil que ingresa al curso de
Nivelación, se trabajaron mediante el Sistema de Información Académica y Docente
(SIAD), Dirección Informática, de la casa de estudios superiores en cuestión. Cabe
destacar que la población estudiantil descrita en la encuesta, la que efectivamente
fue validada en el procesamiento de los datos, es mayoritariamente femenina como
lo muestra la gráfica siguiente:
Figura 1.
Población consultada, por género:
Fuente: encuesta “Hábitos de consumo informativo por parte de estudiantes
que ingresan a Nivelación en la Amazonía”, UEA II2018-2019.
Elaborado por: Elaboración propia
Edad de los consultados
La mayoría de los jóvenes que componen la muestra pueden identificarse
dentro del concepto de los nativos digitales, en tanto nacieron al cierre del siglo XX y
Femenino
Masculino
010 20 30 40 50 60
%
William Ojeda
comienzos del presente siglo. Esto significa que sus años de vida y aprendizaje han
transcurrido durante las dos décadas que va del siglo XXI.
Así el 84% de los individuos encuestados tienen entre 16 y 21 años. Del resto el
15,4% se encuentra en la franja entre los 22 y 29 años, y apenas 0,6% entre los 30
y 35, por lo que es de suyo, una población en su absoluta mayoría por debajo de los
30 años.
Figura 2.
Edad de los encuestados
Fuente: encuesta “Hábitos de consumo informativo por parte de estudiantes que
ingresan a Nivelación en la Amazonía”, UEA II2018-2019.
Elaborado por: Elaboración propia.
Procedencia
El 38,6% de los consultados dijeron provenir de la misma provincia de Pastaza
donde se encuentra el campus central de la Estatal Amazónica donde se realizó la
consulta. Luego de esta localidad, la respuesta con mayor frecuencia y porcentaje
fue Napo con 17,6%, seguida de Tungurahua con 11,1; Orellana 5,9%; Morona
Santiago con 5,9: Pichincha 5,2; Sucumbíos 2,6; Cotopaxi con 1,9; Chimborazo y
Manabí con 1,3%, mientras que Azuay, Guayas, El Oro, Imbabura, Cañar y Santo
Domingo no alcanza el 1% ninguna de ellas, y juntas representan el 3,9% como
lugar de procedencia de la población consultada.
Ahora bien, reagrupando datos, es significativo señalar que la suma de las seis
provincias amazónicas (Pastaza, Sucumbíos, Orellana, Napo, Morona Santiago y
Zamora Chinchipe) implica que el 75,2% de los consultados provienen de la
Amazonía ecuatoriana, lo que refleja que la población estudiantil de esta casa de
altos estudios es mayoritariamente oriunda de la región donde se encuentra inserta.
52.2
31.8
15.4
16 a 18
19 a 21
22 a 29
30 a 35
010 20 30 40 50 60
%
%
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Figura 3.
Procedencia geográfica de los Estudiantes
Fuente: encuesta “Hábitos de consumo informativo por parte de estudiantes que ingresan a
Nivelación en la Amazonía”, UEA II2018-2019.
Elaborado por: Elaboración propia
Interés por la información
A la pregunta si el encuestado tiene interés en conocer noticias que considera
relevantes del ámbito tanto nacional como internacional, la respuesta es de un peso
porcentual por demás contundente, ya que cerca del 94% dijo estar interesado en
acceder a la información, lo cual revela un interés de los estudiantes participantes
en el sondeo, por el contenido informativo.
Tal interés da lugar a una validación de la búsqueda investigativa en el presente
trabajo, en tanto esa determinación que se evidencia en la Figura 4, deja sentado
uno uso de la vida conectada no solo para las interrelaciones personales sino
además para el consumo informativo de hechos estimados relevantes por los
consultados.
Figura 4.
Interés de los consultados por lo informativo
Fuente: encuesta “Hábitos de consumo informativo por parte de estudiantes
que ingresan a Nivelación en la Amazonía”, UEA II2018-2019.
Elaborado por: Elaboración propia.
Temas de interés
El cuestionario trató de indagar y precisar cuáles son los temas que despiertan
más interés en la población consultada, mediante la pregunta ¿cuál de las fuentes
informativas es de tu preferencia?
Se obtuvo en este caso que el asunto que más interesa a los jóvenes de esta
consulta es el de la tecnología (26,2%), luego sigue el tema de sucesos (19,5%),
Amazonía
Pichincha
Chimborazo
Otras
010 20 30 40 50 60 70 80
%
93.6
6.4
020 40 60 80 100
No
William Ojeda
acontecer político nacional (19,1%), acontecimientos internacionales (14,2%) y el
seguimiento a las instituciones (3%).
Se reconoce una omisión lamentable en el cuestionario, como es el caso de no
haber colocado el ítem de Deportes de forma específica, que a la juventud es un
asunto que le suele apasionar y con el que se encuentra, por lo general,
directamente vinculado.
Figura 5.
Temas de mayor interés para los jóvenes consultados
Fuente: encuesta “Hábitos de consumo informativo por parte de estudiantes que ingresan a
Nivelación en la Amazonía”, UEA II2018-2019.
Elaborado por: Elaboración propia.
Mecanismo a través del cual acceden a la información:
Con esta pregunta, se aborda el aspecto neurálgico del trabajo que nos ocupa,
en el sentido de identificar mediante qué procedimiento, mecanismo o instrumento
están mayoritariamente los jóvenes consumiendo información, por lo que este dato
resulta crucial en la formulación del planteo investigativo que aquí se aborda.
Es de hacer notar que respondieron por varias opciones, esto es, los jóvenes de
la muestra no tienen un único hábito de consumo informativo, sino que apelan a
varias modalidades, así que el diseño del cuestionario le permitió a los consultados
expresar varias opciones en caso de que no tuviera una única respuesta, pero al
mismo tiempo queda claro que para la mayoría de los integrantes de la muestra, la
instrumentalización que más usan para acceder a esa información que les llama la
atención, los asuntos que consideran relevantes, es la de internet y las redes
sociales a través de sus dispositivos móviles.
Esto ocurre a pesar que en la Amazonía para el momento de hacer el
cuestionario, segundo semestre de 2018, aún no se ha masificado el servicio de
fibra óptica y las operadoras de telefonía celular operan con tecnología 3D, y en
algunos casos aún con 2D, siendo que las principales ciudades del Ecuador
funcionan masivamente con tecnología celular 4D.
De este aspecto se infiere que, al seguir avanzando el alcance tecnológico y la
consiguiente conectividad, la tendencia que arroja el sondeo se profundizará y
extenderá, por lo que el consumo de información a través de mecanismos digitales
tienda claramente a incrementarse.
26.2
19.5
19.1
18
14.2
3
0 5 10 15 20 25 30
Tecnología
Sucesos
Acontecer Político
Internacionales
Farándula y Espect.
Instituciones
%
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Luego de internet, los teléfonos y dispositivos móviles, sigue la televisión como
modalidad utilizada para acceder a información de los hechos relevantes del
acontecer noticioso, pero se ubica casi 20 puntos debajo de la internet y redes
sociales, lo que marca una brecha digna de considerar, siendo que la segunda
mitad del siglo XX fue ampliamente dominada por la televisión en cuanto a
audiencia masiva. Luego con un número mucho menor, la radio, que ni siquiera
alcanza los 10 puntos. Y finalmente, caso por demás crítico el de los medios
impresos, los que apenas superan el 1%, lo que los acerca a la inexistencia en esta
región ecuatoriana.
Llama la atención, que el ítem “conversación directa con familiares”, así como
con “amigos o relacionados”, lo que Chavero (2017) llama “medios informales” de
acceso a la información de asuntos públicos, es otro mecanismo mediante el cual
los jóvenes se enteran de aquello que estiman relevante.
Figura 6.
Mecanismo de acceso a la in formación
Fuente: encuesta “Hábitos de consumo informativo por parte de estudiantes que ingresan a
Nivelación en la Amazonía”, UEA II2018-2019.
Elaborado por: Elaboración propia.
“Hacerse eco” o rebotar información
A los entrevistados se les preguntó de manera específica, si la información que
consideran relevante o de su interés, suelen rebotarla o difundirla de alguna
manera, a lo que contestaron afirmativamente con un porcentaje apreciable de
87,2%, lo que estadísticamente hablando se puede considerar una acción
consistente en este segmento poblacional. En oposición a ese conjunto, un 12,8%
dijo no hacerlo.
Aunque esta sección se concentre en el reporte de los resultados del muestreo,
y no obstante líneas más adelante detallamos un poco más el análisis de lo aquí
descrito, se subraya en este párrafo que cuando se hace mención a la existencia de
“una nueva plaza de encuentro” de las interrelaciones personales, a la que hacemos
referencia en estas páginas, su esfera virtual está cargada de componentes
informativos diversos que se desplazan desde el ámbito personal, anecdotario,
intercambio trivial, hasta el de compartir noticias que se consideran de interés, por lo
que el presente dato de una cifra cercana al 90% que rebota o comparte aquella
47.9
29
8.4
7.8
5.6
1.3
010 20 30 40 50 60
Internet y Redes Sociales
Tv
Radio
Conv. Con familiares
Conv. Con amistades
Prensa escrita %
William Ojeda
información que resuena en sus intereses, confirma para este estudio tal
formulación.
Más allá de un simple reenvío
Es de interés en el presente análisis saber si la acción de “rebotar” aquella
información atractiva para esta población juvenil, se limita al simple hecho de re-
enviar información que recibieron o a la que accedieron por cualquiera de las vías
aquí inidentificadas.
Es así como el cuestionario interrogó a los pesquisados en torno a si realizan
algún comentario o agregado a esa información que han decidido re-enviar porque
les resulta interesante, y la respuesta fue mayoritariamente (53%) positiva, lo que
indica que hay una proactividad si no en la creación de contenido propiamente
elaborado, ya que cerca del 90% rebota esa información que recibe y resulta de su
interés, sino que además más de la mitad decide agregarle comentarios o
reflexiones, lo cual supone una actitud resuelta en agregar contenido, una intención
mayoritaria de agregar una opinión a la información de la que deciden hacerse eco.
Y lo anterior se infiere habida cuenta que, cuando se les inquirió sobre la
producción propia de informaciones; es decir, si protagonizan una realización
particular del tipo noticias o información relevante del acontecer nacional, una
mayoría del 75%, indicó que no lo hace; con lo que se deja claro que aunque
mayoritariamente se comentan informaciones que les llegan, y les agregan su
consideración particular, no se ocupan de estar haciendo una elaboración específica
de informaciones para ellos divulgar y ser emisores de contenido informativo
particular.
Penetración de las grandes corporaciones de comunicación
Los medios convencionales que vienen perdiendo de manera palpable
favoritismo del público, con lo que reducen el monopolio del que hicieron gala desde
su aparición hasta la frontera trasvase entre los siglos XX y XXI, podrían al mismo
tiempo estar viviendo una suerte de metamorfosis mudándose a la red de redes
para tener presencia y copar espacio en la dimensión digital, compensando el que
han ido perdiendo en sus mecanismos convencionales.
Aunque cerca del 23% de los consultados indicó que al navegar por internet y
conectarse a sus redes sociales para informarse de lo noticioso, lo hace a través de
plataformas independientes, así como grupos colaborativos nuevos e
individualidades de credibilidad que transmiten información, es de destacar que el
77% manifestó que las plataformas a través de las que “se alimenta” de esa
información que considera relevante, es la de “medios de comunicación conocidos”.
DISCUSIÓN
Medios convencionales frente a redes digitales
Lo anterior da pie a varias consideraciones. Puede afirmarse que las grandes
corporaciones privadas de la información pierden incidencia, influencia y presencia
con sus otrora mecanismos tradicionales de la prensa escrita, la radio y la televisión,
aunque esta última aún pervive en el público encuestado en su composición
mayoritaria de radicación amazónica; no obstante, igual se encuentra, de acuerdo a
las formulaciones de Chavero (2016; 2017) en descenso.
Pero al mismo tiempo las empresas mediáticas que se adaptan a la era digital y
metamorfosean su instrumental de alcance público abriéndose paso en las
plataformas de internet, aún cuentan con capacidad de maniobra, a pesar de que
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hayan tenido que ceder en sus formatos rígidos, códigos imperantes y en un
porcentaje de la torta de influencia en el público.
Las líneas anteriores parecen contrastar con la afirmación tajante de Reyes y
Molina (2018), para quienes el auge de las redes sociales “parece haber opacado
definitivamente a los medios masivos tradicionales”; aun así, lo descrito no hace
más que confirmar una evidente situación emergente en la que la tradicional
arquitectura en gran medida unidireccional, así como vertical de las grandes
corporaciones mediáticas, se encuentra ahora en el terreno sombrío de la
obsolescencia.
Por otro lado, y atendiendo a los ritmos distintos en los que avanza esta
“ciudadanía digital” y su singular dimensión sociotécnica en tanto que ahora el “estar
conectado” representa un imperativo social, ofrece sentido de pertenencia, vale
reiterar lo asimétrico del proceso de dicha digitalización en la población, ya que a
todas luces transita en un despliegue por capas. Este va ocurriendo a velocidades
disímiles, en la medida que avanza y se masifica el acceso a la tecnología y la
conectividad en los distintos estratos de pobladores dentro de un país, y entre los
distintos países en el contexto internacional.
Dicho lo anterior, y conocidos los resultados más resaltantes del sondeo
realizado, el presente caso permite reflexionar sobre si el tan citado fenómeno de la
globalización se ha traducido en la práctica en un cambio de hábitos en la
instrumentalización del consumo informativo por parte del segmento específico
evaluado de la población.
Las respuestas tabuladas y arriba presentadas permiten evidenciar que existe
una nueva forma, por lo menos en el público más joven, de buscar, indagar y
acceder a contenido informativo que es de su gusto, interés o considera relevante.
Los medios convencionales de información han sido, unos más que otros,
desplazados en un porcentaje elevado por la irrupción tecnológica que han
cimentado las plataformas digitales como nueva esfera de tramitación y/o
procesamiento informativo.
Pero, de entrada, esto es apenas un punto de partida, por cuanto de inmediato
resulta imprescindible considerar y analizar si tal aparición de nuevas formas de
consumir (y producir contenido) informativo, trae consigo una modificación en la
relación en tanto distanciamiento, como advierte Chavero (2014), entre los usuarios
y los medios convencionales, o si se trata tal vez de la válvula de escape a una
desconfianza preexistente e in crescendo del ciudadano para con dichos medios
tradicionales. Llama la atención, asimismo, lo imperativo de cambios en las pautas
de la comunicación convencional, debido a que la información digital atiende, como
dice la citada autora, a unas características diferenciadoras que le son propias,
como por ejemplo accesibilidad, inmediatez, posibilidad de feedback o
retroalimentación, velocidad y demás posibilidades que conjugan una aspiración
más acabada del evento comunicacional en el sentido de superar la
unidireccionalidad de los medios convencionales. Asimismo, hay un desafío mayor
por capturar la atención de un público que se encuentra frente a múltiples canales
de acceso informativo, en un esquema que Linne (2018) apunta como multitasking
en el sentido de cantidad de actividades en simultáneo que atiende hoy el individuo
con dispositivos móviles que dejaron de ser teléfonos, para alcanzar el nivel de
completos dispositivos portátiles multifunción, en los que concursan proliferación de
datos, sonidos, imágenes con diversidad de estímulos audiovisuales que compiten
por acaparar la atención del usuario, todo lo cual obliga a un lenguaje más
William Ojeda
recortado, preciso, llamativo, que lo que podía permitirse el ejercicio periodístico y
comunicacional en los esquemas de medios convencionales.
Esto porque, como lo resalta Yépez-Reyes (2017), la comunicación actual está
caracterizada por la interacción digital, con múltiples nodos de interconexión en una
velocidad trepidante, definida como los procesos de comunicación de ltiples vías
mediados por la Internet y el uso de las Tecnologías de Información y
Comunicación.
Del mismo modo, como no hay consenso sobre el hecho globalizador, no lo hay
con el abordaje conceptual de las redes sociales y su papel indicador en una
comunicación de nuevo cuño. De allí que resulta necesario a la vez que harto
interesante meditar en el debate sustantivo sobre la valoración de las nuevas
tecnologías de información y comunicación, en el sentido de ser vistas y asumidas
como un bien público que habilita y potencia la comunicación y las relaciones
interpersonales, o apenas como un mero instrumento mercantil de grupos privativos
que las promueven.
En tal sentido, se comparte en este estudio preocupación con Sierra Caballero
(2016) sobre la necesidad de indagaciones llamadas a profundizar en la dimensión
sociocultural de la denominada revolución digital. El asunto es una conminación
ética y filosófica, a la vez que académica en los ámbitos inter y transdisciplinar.
El investigador español lo expresa con claridad al subrayar la “necesidad de
promover conocimiento teórico y empírico… mediante trabajos que aborden desde
una visión crítica, social y humanística, el uso y apropiación social de las redes
digitales, su impacto en procesos de empoderamiento y desarrollo local” (Sierra
Caballero, 2016, 10). Es mandatorio como reto del quehacer científico social, dar un
paso o por lo menos una aproximación en ese sentido.
Ocurre, como queda dicho, que en la comunidad académica no existe consenso
sobre un juicio de la globalización en la que se está produciendo esta emergencia
de nuevas formas comunicativas, siendo el tema globalización como es, fenómeno
en curso. Contrario a un criterio unificado, se observa un intenso debate en el que
se cruzan los enfoques más disímiles sobre la misma cuestión.
Sin embargo, en las presentes páginas, se asume posición al respeto, por lo
que aquí se entiende a la globalización como un evento dinámico, envolvente y
multidimensional que, en tanto acontecimiento sistémico, genera importantes
transformaciones en diversos escenarios del quehacer social, donde la
interdependencia pasa a ser de tal magnitud, que cobra particular relieve.
Pero hemos de admitirlo, el debate apenas comienza. Así, autores aprecian el
surgimiento de una cultura mundializada propia de la modernidad-mundo
(Wallerstein, 1999), y también identifican consustancial con el evento globalizante,
un proceso general de des-territorialización y con ello una posterior
reterritorialización, pero resignificada en un abordaje que habla de lo “glocal” y la
“glocalidad” como un hecho tangible característico del tiempo presente (Ortiz, 1998;
2004).
Forma distintiva en la producción de contenido
Sin embargo, surge una corriente de análisis de la comunicación, en cierto
modo contrapuesta al desboque globalizante, que revaloriza con fuerza y de manera
esencial la localidad y la esfera de lo comunitario como avales potenciadores de esa
comunicación de nuevo cuño que empodere y de cabida a todo el potencial del ser
humano. Así como también, que posibilite la negociación de sentido e incluso la
representación política (Ramos y Sierra, 2014).
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En extensión de esto, se levantan las banderas de los medios comunitarios o
populares categorizándolos, tal cual lo afirman Cerbino y Belotti (2016), como
“espacios fundamentales para la democratización de la comunicación y para la
construcción de una ciudadanía comunicativa”.
Dichos autores sostienen que la participación directa de la comunidad en el
agenciamiento de tales medios, genera una nueva producción de contenido más
relacionada a los intereses y necesidades de ese grupo concreto de la población
que los agencia.
Cerbino, no se queda ahí, va más allá aduciendo el gran reto de repensar la
comunicación “como una plataforma para replantear las relaciones y posibilidades
de constituirse en lazos sociales” (Cerbino, 2018, 28), y sustenta que lo medular
está en las condiciones de posibilidad para modificar la producción de contenido, y
no ubicar el problema tanto en los contenidos ya producidos, apuntando a una
comunicación que ciertamente contenga diversidad y pluralidad de ideas.
En medio de los indicadores poliabarcantes y las dimensiones por demás súper
envolventes del hecho globalizador, el autor replica e impugna apostando “por una
comunicación del común”. Juega a su favor que, en el campo de las políticas
públicas, se ponderan como virtuosas las prácticas que “privilegian la participación y
la deliberación como instrumentos de construcción de una sociedad democrática”
(Espinoza, Roth y Waters, 2017, 10), aunque y, además, Cerbino incluso revaloriza
la proxémica, el arraigo territorial y espacial en la construcción de una nueva
semiótica, una producción de sentido y un nuevo modo de articulación colectivos.
A todas luces estamos ante una nueva dimensión de lo comunicacional, en la
que las redes digitales han colocado una impronta particularísima a las
interrelaciones sociales, creando un nuevo espacio de confluencia en este caso
virtual, en el que ocurren encuentros permanentes y fugaces al mismo tiempo, en
una interacción exponencial. Este hecho incorpora cambios en todo sentido, y como
subraya Linne (2018), y pone a prueba la adaptabilidad social, por cuanto asistimos
a una “crisis de las instituciones de la modernidad, al menos en sus sentidos
tradicionales, como el trabajo, las relaciones sexoafectivas y la educación formal
(2018, 41). Lo que a su vez trae consigo la extensión del reino de la incertidumbre y
pérdidas de tradicionales certezas.
Esta esfera es susceptible de ser abordada a la luz de la teoría clásica, así
como de los aportes de la producción epistémica actual, sobre nuevas formas,
nuevos mecanismos y desconocidos instrumentos de conformación de la opinión
por parte de determinados segmentos poblacionales, sobre todo porque muestra
señales fácticas de una nueva semiósfera propia de lo que podría ser la emergente
“polis del siglo XXI”.
CONCLUSIONES
Existe una inclinación mayoritaria en los jóvenes que inician los estudios
universitarios en Ecuador, específicamente en la región amazónica, a informarse de
los acontecimientos que consideran relevantes o noticiosos, a través de la internet y
plataformas digitales como las redes sociales, en detrimento de los medios
convencionales de información que han sido paulatinamente desplazados de la
atención de este segmento de la población.
Además, una cifra cercana al 90% de ellos rebota la información de interés que
por distintas plataformas digitales recibe, y más de un 50% comenta aquella
información que considera relevante, con lo que se confirma una actitud proactiva
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tanto en el consumo como en parte de la generación de contenido; sin que esto
permita fijar posición sobre la conformación, diversidad, abundancia o profundidad
del mismo. Más ofrece una señal en atención al concepto de prosumumersque
bibliografía reciente describe con énfasis.
Esto ocurre en la Amazonía equinoccial, donde aún no se ha masificado el
servicio de conexión “on line” mediante fibra óptica, y que para el momento de hacer
el sondeo en el blico objetivo, segundo semestre de 2018, en sus ciudades más
grandes aún tenían el servicio limitado de la tecnología celular 2G y 3G, siendo que
en las principales ciudades del Ecuador se opera con 4G y algunas metrópolis de
países industrializados se preparan para el uso de la novísima y exponencial 5G.
Por lo que se puede inferir, que en la medida que avancen las capacidades
tecnológicas y la consiguiente conectividad en esta región de Ecuador, podría
acentuarse la tendencia digital en cuanto a acceder a contenido informativo, lo que
de suyo supone nuevos hábitos, mecanismos, nuevas formas de consumir y
producir información, así como de interrelacionarse entre pares o más allá, con
diversos públicos.
Existen distintos enfoques teóricos que en el presente tratan de comprender y
explicar la realidad (en materia de comunicación) transversalizada ya no solo por los
otrora poderosos y omnímodos s media, sino además por el supuesto
empoderamiento que al individuo otorgan las redes sociales, con el surgimiento de
un nuevo parámetro de instantaneidad, mayor acceso a información y un ambiente
de autonomía en el procesamiento informativo en el marco de una tupida matriz
entrecruzada de aplicaciones y plataformas “en línea”, más la evidencia de los
hechos afirma que la "realidad ha mutado”, por lo que se presenta una obligante
situación para reflexionar sobre esta nueva dimensión de lo cotidiano y su progreso.
Ante esta “sociedad red” redimensionada que puede calificarse como propia de
un “nuevo patrón civilizatorio”, resalta lo característico de un inédito espacio de
fluidez de las interrelaciones personales enmarcado en un novedoso proceso de
socialización en el que surgen unos encuentros o enlaces efímeros, fugaces,
perecederos, que reflejan una nueva “plaza pública de encuentro” pero ahora en la
dimensión virtual.
Los jóvenes buscan información mayoritariamente a través de las redes digitales
y sus dispositivos móviles, pero lo hacen con énfasis a través de plataformas
comunicacionales que les resultan conocidas, con lo cual grandes corporaciones
mediáticas que progresivamente “se mudan” de la esfera convencional a la nueva
atmósfera comunicativa digital, acceden a parte de esa atención del público que
antes monopolizaban, pero acceso que ahora será compartido por múltiples canales
que copan la atención de los usuarios nóveles en un multitasking de velocidad
vertiginosa donde impera lo audiovisual, la diversidad y la inmediatez.
La brecha social se traduce en una asimetría de los distintos estratos de la
población en el acceso a la tecnología y a la conectividad, con ello pone ritmos
diferenciadores a esa escala del “estar conectados” que se presenta como
imperativo relacional en la nueva dimensión sociotécnica.
RECOMENDACIONES
Resulta interesante continuar la evaluación de los mecanismos mediante los
cuales segmentos específicos de la población están haciendo uso para acceder a
información, en procura de identificar el que se presenta como un desplazamiento
palpable de los medios de información convencionales, al tiempo de asistir al
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surgimiento de un nuevo instrumental en el marco de una tecno-cultura, en la era de
las plataformas digitales.
Resulta necesario conjugar exploraciones que se encuentran en desarrollo
vinculadas tanto a la globalización como a la comunicación, asuntos que, desde
este enfoque, inexorablemente se interconectan, convergen e hibridan; escenario
que da lugar a inéditas exploraciones de un proceso dinámico en pleno auge.
Partiendo de las ideas aquí vertidas, resulta necesario hacer un seguimiento
dialógico de los patrones de producción-consumo de contenido informativo, por
parte del segmento de la población estudiada, de manera tal que permita inferir
propensiones tan necesarias como útiles para esclarecer tendencias y parámetros
en esta área sensible del quehacer social.
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