cierto grado de persistencia. Cabe señalar, que la persistencia incide en los
niveles de motivación, por lo que se revela la necesidad de plantear desafíos
moderados, es decir, que no sean ni muy difíciles, ni muy fáciles de alcanzar,
ya que retos muy difíciles pueden conllevar a la construcción de ideas de
fracaso, mientras que los muy simples desembocan generalmente en el
facilismo. Los estudiantes, deben sentir que alcanzan sus objetivos con
esfuerzo, lo que les permite superar metas más complejas progresivamente.
Aprendizaje cooperativo
En el proceso enseñanza-aprendizaje, los estudiantes no pueden ser
considerados desde ningún punto de vista como elementos pasivos, centrados
en la simple recepción de conocimientos, es preciso elevar sus niveles de
participación activa y directa, en cuyo caso se requiere del desarrollo de
acciones socio-educativas cooperativas, que conlleven a trabajos inter y
multidisciplinares como bases para el alcance de objetivos comunes, cuyos
resultados revelen el alcance de logros para ellos mismos (estudiantes) y para
todos los demás miembros del grupo o los grupos con quienes interactúan.
El proceso enseñanza-aprendizaje, tradicionalmente se ha desarrollado de
forma grupal o colectiva, pero a la vez ha dado lugar a la competitividad e
individualismo, ya que cada sujeto, tiene el propósito de alcanzar la nota más
alta para ser el/la mejor promocionada o simplemente el mejor estudiante del
aula de clase. El “trabajo en grupo” es sinónimo de hacer determinada tarea
juntando dos o más estudiantes sin objetivos claros, roles a desempeñar y
peor aún objetivos a alcanzar, dista de esto lo que es el aprendizaje
cooperativo, que consiste en el “empleo didáctico de grupos reducidos en los
que los alumnos trabajan juntos para maximizar su propio aprendizaje y el de
los demás” Johnson (1994, p. 20).
Se precisa que el aprendizaje cooperativo aplicado en el aula, de manera
similar a los momentos en que se aplica en otros contextos, responde a una
organización planificada y organizada, y por su naturaleza, a criterios
determinados, más no únicamente a estándares para que sea considerado e
incluyente. En la aplicación del aprendizaje cooperativo, se requiere de una
adecuada organización grupal, la misma que debe ser preconcebida, en
función de los roles a desempeñar, fortalezas, actitudes y aptitudes de las
personas, en este caso de los estudiantes que participaran, para que sea
productiva.
Los grupos de aprendizaje para desarrollar el aprendizaje cooperativo,
pueden ser organizados de diferentes manera, por ejemplo considerando: el
tiempo amplio (de 1 hora a un año ), por los objetivos cognitivos a alcanzar y la
cohesión grupal que permite la conclusión de la tarea asignada en función del
grupo y no de la individualidad; por un tiempo corto ( menos de 1 hora), que
podría ser después de una actividad directa de aprendizaje ( explicación
teórica, una película, una práctica), permite centrar la atención en un tema
específico o material , activar expectativas, o cerrar una actividad, de manera